Zaragoza, 20 sep (EFE).- Casi dos siglos después de su muerte, Francisco de Goya regresa a su pueblo natal, Fuendetodos (Zaragoza), en forma de bronce gracias a una escultura creada por los maestros Antonio López y Andrés Ibáñez, quienes reivindican el trabajo artesanal y en equipo en tiempos donde el individualismo impera.
Como “un encargo que ocurre una vez en la vida”, Ibáñez relata emocionado a EFE haber modelado la cabeza de quien considera su “santo patrón”. «Soy más pintor que escultor y, por eso, este proyecto ha sido especialmente emocionante. Para mí, Goya es mi gran maestro y mi gran referente».
La pieza de 1,80 metros no surgió de un gesto aislado, sino de un trabajo conjunto que recuerda a los talleres renacentistas. Según apunta Ibáñez, «hoy todos los artistas pretenden diferenciarse y ser únicos. Nosotros hemos intentado renunciar a la individualidad para hacer una obra compartida». El proceso técnico revela el delicado equilibrio entre tradición e innovación, ya que él modeló la cabeza desde Almería a partir de los autorretratos del pintor en su madurez, mientras que el cuerpo, ya en un taller en Arganda del Rey (Madrid), se basó en las sesiones de pose del cantante y actor Augusto González. Cuando lo vieron, recuerda González, le aseguraron que era «un Goya perfecto», por lo que le tomaron medidas y le propusieron ser el modelo de esta escultura que se inaugura este sábado en Fuendetodos. González, que se pone en la piel del pintor aragonés de manera habitual en diferentes jornadas y representaciones a través del proyecto Music of Monuments, afirma que «es un artista total», ya que «no solo fue pintor, sino también ilustrado, amante de la música y de la ópera y amigo de intelectuales». «Partiendo de una familia humilde, llegó a ser pintor de corte y a codearse con reyes. Eso me cautivó y me impregnó del personaje», reconoce el también miembro de B Vocal, quien, con «vocación y devoción», indica que ponerse en la piel del pintor aragonés es “un reto y una gran responsabilidad». El orgullo de un pueblo La expectación en Fuendetodos es máxima y la escultura, hasta ahora cubierta, ocupa un espacio simbólico entre la Casa Natal de Goya y la Sala Zuloaga, epicentro cultural del municipio. «Es como si estuviera esperándote para recibirte en su casa», afirma el alcalde Enrique Salueña, quien subraya que con los casi noventa años que va a cumplir Antonio López ha hecho un esfuerzo «enorme» y para el pueblo tiene «un valor inmenso». El proyecto fue impulsado por el concejal de Cultura, Juan Valdés, y ha supuesto una inversión de 200.000 euros que el alcalde considera un auténtico regalo al contar con una obra firmada por los tan reconocidos López e Ibáñez. «Lo más importante será lo que ocurra después, cuando la gente se haga fotos con ella y se convierta en un reclamo permanente en ese lugar privilegiado frente a su casa», agrega Salueña, quien comparte que «Goya es primordial» para el municipio y es considerado «un vecino más». De hecho, para Ibáñez, la escultura es también una declaración de amor al propio pueblo. «Si no fuera por Goya, Fuendetodos sería un lugar más de la España vaciada. Gracias a él, es un sitio especial», explica el artista. La inauguración de esta estatua coincide con las Jornadas Goyescas que este sábado transforman la localidad en un escenario del siglo XVIII en el que los vecinos recrean escenas de época, desfilan con música, celebran talleres familiares y convierten este pueblo en el epicentro del turismo cultural aragonés.