Barcelona, 9 jul (EFE).- El festival Cruïlla ha inaugurado este miércoles su 15ª edición con una jornada marcadamente pop protagonizada por dos estrellas internacionales como son Gracie Abrams y girl in red, escudadas a lo largo de la tarde por figuras locales como Maria Hein o Lia Kali.

Cuando a las 16:00 horas se han abierto las puertas del Parc del Fòrum, una turba de jóvenes han tomado en estampida las primeras filas del escenario principal. Quedaban todavía cinco horas y media para que apareciera Gracie Abrams en el Cruïlla, pero centenares de muchachas y muchachos ya se habían asegurado su sitio cerca de la estadounidense.
La espera ha cesado cuando la Abrams ha encadenado ‘Risk’, ‘Blowing smoke’ y ’21’, tres sólidas muestras de esas canciones compuestas empuñando la guitarra acústica en la habitación de la infancia.
Con un estilo a caballo entre el pop y el folk que puede recordar a Taylor Swift, la estadounidense, hija del cineasta J. J. Abrams, ha encandilado a los 18.000 espectadores que hoy han llenado el Cruïlla a través de temas como ‘I love you, I’m sorry’, ‘I miss you, I’m sorry’, ‘Close to you’ o ‘Two people’, esta última interpretada desde el piano y dedicada a su «admirada» girl in red.
Precisamente la noruega, otro icono pop que además se ha erigido en los últimos años como uno de los principales referentes lésbicos del panorama, había aparecido en el mismo escenario un rato antes.
Así, Marie Ulven Ringheim, nombre que se esconde tras girl in red, ha encendido el escenario Estrella Damm con una actuación que ha combinado la energía de su banda con la profundidad de sus letras.
De este modo, tras arrancar con ‘Doing it again baby’ y ‘Bad idea!’, girl in red ha espetado «llevo tres días en Barcelona y me he dado cuenta de una cosa: hay muchos gais, la ciudad está llena de lesbianas y esta canción va para ellas», lo que ha dado paso a ‘Girls’.
En 2018, la noruega publicó una serie de sencillos y un EP con un evidente contenido lésbico, un trabajo que la situó rápidamente como una de las voces más potentes del colectivo. Así, el pop cañero se deshace en canciones de amor escritas de una chica para otra chica, como bien muestran ‘Dead girl in the pool’ y ‘I’ll call you mine’.
A medio concierto, el asunto ha tomado un tono solemne cuando Ulven se ha abierto con su historia personal.
«Me enganché a las benzodiacepinas y casi muero en una habitación de hotel por mezclarlas con drogas y alcohol. Me he tirado un año de rehabilitación, pero ya estoy de vuelta», ha explicado la noruega justo antes de cantar ‘Hemingway’, su último tema que sirve como confesión y redención.
Sin embargo, girl in red ha recuperado rápidamente el tono gracias a temas como ‘Midnight love’ o ‘We fell in love in October’, antes de que cerrara su actuación surfeando por encima del público en ‘I wanna be your girlfriend’ mientras ondeaba una bandera lésbica.
Antes, la mallorquina Maria Hein ha regalado su pop onírico a aquellos que se han acercado temprano al Parc del Fòrum, a través de canciones que rezuman modernidad, pero que se anclan en algo atávico y casi místico.
Su voz, que suena como si Maria del Mar Bonet hubiera descubierto los sintetizadores en los 70, ha planteado temas como ‘No és real si no fa mal’, ‘Temps’, ‘La dama de Mallorca’, ‘Idò un cafè’ o su versión electrificada de ‘Alenar’.
El contrapunto de la jornada lo han puesto la catalana Lia Kali y el mexicano Nsqk, quienes han abierto una brecha urbana en medio de un miércoles tan popero.
El Cruïlla seguirá este jueves con una tarde más punk gracias a Sex Pistols, Fermin Muguruza o St. Vincent.
Guillermo Cabellos