Beasain (Gipuzkoa), 9 abr (EFE).- El campeón de España, Alex Aranburu, consiguió una gran victoria en la tercera jornada de la Itzulia 2025, un triunfo en casa en una etapa espectacular que inicialmente le quitaron los jueces UCI por entender que había pasado una rotonda por donde no debía y posteriormente le devolvieron al ser recalificado.
Romain Gregoire (Groupama-FDJ), al que se había adjudicado el triunfo como segundo de la etapa, se quedó con el puesto en el que cruzó la meta. El francés ya había sido muy deportivo en las declaraciones tras la etapa. “Siento ganar así”, aseguró.
Aranburu (Cofidis) llegó primero a la meta tras un recorrido por Gipuzkoa de 156,3 kilómetros salpicado de altos puntuables con salida en Zarautz y llegada en Beasain, tras el que sigue líder el alemán Maximilian Schachmann (Soudal-Quick Step). Schachmann fue tercero en la etapa por delante de su gran rival, el portugués Joao Almeida (UAE), al final cuarto y sin sumar bonificaciones.
El corredor guipuzcoano ganó tras aprovechar su contraataque a 1,8 km de meta a Almeida, quien a su vez había atacado un poco antes, y mantener la ventaja adquirida hasta el final. Levantó los brazos con tranquilidad y tres segundos de ventaja sobre sus perseguidores.
Aranburu fue el más decidido de un grupo de diez corredores que llegaron por delante, entre ellos el líder Schachmann. Quien mantiene el maillot amarillo con 4 segundos de ventaja sobre el también alemán Florian Lipowitz (Red Bull-Bora Hansgrohe), quien sumó un segundo de bonificación en un sprint intermedio y se aupó a la segunda plaza de la general, y Almeida, relegado al tercer puesto.
El gran protagonista de la primera mitad de la etapa fue el francés Bruno Almirail (Decathlon AG2R La Mondiale), el que más beneficio sacó de los múltiples ataques que se dieron tras la salida en Zarautz.
Al principio le acompañó su compatriota Matteo Vercher (TotalEnergies), pero después rodó solo hasta que los movimientos en el pelotón hicieron que le cazasen a 75 km de meta primero un trío de ilustres, Sepp Kuss (Visma-Lease a Bike), Alexandr Vlasov (Red Bull-Bora) e Isaac del Toro (UAE), e inmediatamente el pelotón.
Con esa fusión comenzaron las hostilidades entre los mejores, con el Red Bull-Bora y el UAE al ataque, el líder Schachmann a la defensiva y Pello Bilbao (Bahrain) y Ion Izagirre, las grandes esperanzas vascas para la general de la carrera, cortados por problemas físicos y fuera de la pelea entre los mejores.
El trabajo de UAE se intensificó con un ataque del español Marc Soler, aunque reaccionaron en el pelotón los franceses Clément Berthet (Decathlon AG2R La Mondiale) y Rudy Molard (Groupama-FDJ).
Hizo camino el trío, logró un minuto de ventaja y Soler, que estaba a 20 segundos del maillot amarillo y además sumó los 3 segundos del esprint del primer paso por Beasain, se puso líder virtual antes de encarar el primero de los dos grandes muros de la etapa, el de Gainza (casi 2 km al 15,1 por ciento de desnivel y una cuesta de 800 metros al 16,8).
En tan tremendas rampas fueron cediendo del trío cabecero Molard y Soler, lo que dejó por delante a Berthet, aún con la buena ventaja de 50″. En el pelotón pareció pasar muchas dificultades el líder Schachmann, aunque se quedó con el grupo de los mejores, que en la cima era de unos 15 corredores. A los que se sumaron otros grupos en la bajada.
No acabaron las hostilidades y hasta Schachmann se decidió a atacar, lo que rompió el pelotón principal dejando al principal favorito, Almeida, en un segundo grupo perseguidor de Berthet. El francés también fue líder virtual y se mantuvo por delante hasta Lazkaomendi, en principio punto crucial de la jornada.
Aunque en las paredes verticales de ese muro, con tramos hasta el 18 por ciento, cedió ante las apariciones estelares del colombiano Harold Tejada, el primero que atacó, Lipowitz, Aranburu, Schachmann en la cima y Almeida en la bajada hacia Beasasin. En esos 5 km finales, cuando faltaban dos, le contraatacó Aranburu para conseguir su segunda victoria en la Itzulia tras la que logró en 2021 en Sestao.
Al principio no fue así porque los jueces entendieron que sacó ventaja en una rotonda y le dieron la victoria a Gregoire, pero después rectificaron.
La etapa de este jueves, la cuarta de la carrera, tiene un perfil similar a la de la tercera, con un recorrido de 169,6 km entre Gipuzkoa y Bizkaia, con salida en Beasain y llegada a Markina-Xemein, salpicado de subidas puntuables y un duro muro a poco de meta. Esta vez a 10 km.
Ese muro, considerado de Primera categoría, es el Alto e Izua, una de las caras que lleva al Santuario de Arrate, subida icónica de esta carrera. Un total de 3,5 km al 10,6 por ciento de desnivel y rampas de hasta el 20 por ciento. En medio casi 2 km al 13,4 y una tremenda cuesta de 700 metros al 17 por ciento.
Previamente los corredores habrán calentado las piernas de cara a esa pared definitiva en seis subidas mucho más livianas, todas de Tercera, en los dos primeros tercios de la jornada.
Ramón Orosa
