Madrid, 29 jul (EFE).- En un verano marcado por temperaturas extremas, la organización ecologista Greenpeace alerta de que solo 16 de las 52 capitales de provincia y autonómicas de España cuentan con una red pública de refugios climáticos para proteger a la población más vulnerable.
Según el informe «Ciudades al rojo vivo: refugios climáticos y desprotección frente al calor extremo en España», la ONG denuncia este martes la falta de refugios en más del 70 % de las capitales y resalta que siete comunidades autónomas –Extremadura, Castilla-La Mancha, Cantabria, Asturias, Galicia, Canarias y Baleares– carecen por completo de estos espacios en sus capitales.
Greenpeace recuerda que los refugios climáticos son una de las medidas de adaptación más rápidas y efectivas para proteger del calor extremo, especialmente en entornos urbanos con escasas zonas verdes y pide aplicar tres medidas claves: una acción climática urgente y ambiciosa, Planes de adaptación que transformen el espacio público de los municipios y refugios climáticos efectivos.
Grandes desigualdades entre ciudades
Barcelona encabeza la lista con mayor número de refugios con 401, seguida de Bilbao (131), Murcia (94), Málaga (93) y San Sebastián (89). En el extremo opuesto se sitúan Sevilla (5), Córdoba (14, solo para personas mayores), Valencia (20) y Madrid (31).
En términos de ratio habitantes/refugio, las ciudades mejor posicionadas son San Sebastián (1/2.100), Lleida (1/2.400) y Logroño (1/2.500), mientras que las peores cifras corresponden a Sevilla (1/137.400), Madrid (1/110.100) y Valencia (1/41.200). Alicante y Castellón apenas cuentan con un refugio para toda su población.
Greenpeace alerta de que el número total y el ratio no garantiza la efectividad de los refugios y ante la falta de regulación que defina y garantice unos requisitos mínimos para estos espacios, los listados de redes de refugios por parte de los ayuntamientos son heterogéneos.
Por ejemplo, advierten los ecologistas, los horarios son el requisito básico que incumplen todas las ciudades debido a que en la totalidad de casos se detectan cierres al mediodía, por las tardes o en fin de semana, o incluso el cierre total durante parte del verano, lo cual resta utilidad a los refugios.
Para Greenpeace otra asignatura pendiente es la gratuidad de los refugios, que no se da en todos los espacios analizados. De esta manera, la inclusión de piscinas municipales, espacios culturales y museos, previo pago de entrada, incumple la premisa de que la protección sea accesible para las personas de forma gratuita, como en el caso de Madrid.
También se ofrecen como refugios espacios donde es obligatorio consumir, como San Sebastián o Vitoria, que incluyen centros comerciales, o Logroño, que incluye cafeterías públicas en su red.
Muchas ciudades no cuentan con espacios idóneos en cuanto a capacidad y zonas de descanso: Bilbao, Barcelona, Murcia, o Sevilla incluyen tipologías como estaciones de transporte, mercados o polideportivos sin especificar si tienen zonas de descanso habilitadas o si el espacio en sí es adecuado.
Además varias ciudades también ofrecen como refugios, espacios de exterior como parques, plazas o paseos que, para ser efectivos, deben contar con sombra suficiente para que la temperatura sea la adecuada, tener puntos de descanso, fuentes de agua disponibles y ser seguros y accesibles.
En este contexto, la organización alerta de la importancia de medidas como los refugios climáticos ante las olas de calor, el evento meteorológico más fácilmente atribuible al cambio climático, el que más está aumentando su duración e intensidad y el de mayor mortalidad en Europa y España. EFE
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