Greenpeace urge medidas ante la sucesión de olas de calor, fuegos y fuertes lluvias en España

Viviendas inundadas en una urbanización en Santa Fe en Zaragoza, este lunes. EFE/ Javier Cebollada

Madrid, 29 sep (EFE).- Tras un verano con 33 días de olas de calor y más de 400.000 hectáreas quemadas, las lluvias torrenciales que azotan hoy al Mediterráneo son la consecuencia de un modelo socioeconómico dependiente del carbón, petroleo y gas, según Greenpeace, que pide medidas urgentes y ambiciosas para abordar la emergencia climática.

En un comunicado, la organización ecologista ha reclamado al Gobierno y a la Unión Europea (UE) un Pacto de Estado por la emergencia climática que incluya, entre otros puntos, el fin de las subvenciones públicas a las petroleras y gasistas, nuevos impuestos a la industria fósil y un plan de cierre ordenado de todas las centrales fósiles antes de 2035.

También han pedido una transición energética cien por cien renovable y justa y soluciones basadas en la naturaleza como medidas urgentes de adaptación, además de prevención frente a incendios y a las lluvias torrenciales.

«No hay duda: estamos viendo impactos cada vez más frecuentes y destructivos. La adaptación es ya inaplazable, pero sin reducir drásticamente las emisiones será imposible protegernos», ha declarado Pedro Zorrilla, responsable de cambio climático en Greenpeace.

Para Greenpeace, la concatenación de fenómenos extremos «no es casualidad» sino la consecuencia directa de un modelo basado en combustibles fósiles, donde «las grandes empresas planean extraer más y seguir enriqueciéndose sin que los daños materiales y humanos parezcan afectarles».

«La crisis climática no es inevitable —ha afirmado Greenpeace— quien hace hincapié en reducir emisiones, proteger ecosistemas y anteponer la vida a los beneficios de las petroleras».