Grupos caribeños que ayudan a poblaciones con VIH/sida podrían cerrar por órdenes de Trump

Fotografía de archivo de un joven firmando un mural de compromiso contra el VIH/Sida, durante una reunión de varias organizaciones con motivo del Día Mundial del Sida, en Santo Domingo (República Dominicana). EFE/Orlando Barría/ARCHIVO

San Juan, 11 jun (EFE).- Un par de organizaciones del Caribe advirtieron que una mayoría de entidades que ofrece servicios a pacientes de VIH/sida podrían cerrar sus operaciones por causas económicas, porque la Administración de Donald Trump ordenó el fin de las distribuciones de medicamentos para dichas enfermedades.

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida) y la Alianza Pancaribeña contra el VIH y el SIDA (Pancap) son los organismos que han expresado su preocupación médica para los miles de pacientes que necesitan sus dosis.

Según detallaron la Onusida y la Pancap en un comunicado este miércoles, una evaluación hecha entre ambos organismos y otros adicionales reveló que entre el 27 de marzo y el 22 de abril pasado, se encontraron con interrupciones a los servicios esenciales de VIH, afectando así a los pacientes.

Estos cortes médicos están causando deterioro en los servicios críticos de exámenes en la prevención contra el VIH, con el fin de erradicar el Sida en la región caribeña.

El desarrollo de capacidades para las organizaciones es uno de los sectores más afectados, con un 80 % de sus fondos suspendidos o reducidos en sus servicios a los pacientes.

Otras asistencias que están afectadas por los recortes impuestos por Trump son los de la protección social en un 75 %, mientras que los fondos a los programas de derechos humanos están reducidos un 67 %.

De igual manera, se informó que solo el 25 % de las organizaciones podrán sostenerse económicamente por los próximos dos a seis meses sin ninguna alternativa de fondos, mientras que el 64 % desconoce si cuenta con algo externo para seguir operando.

«No podemos permitir que todo el progreso que hemos llevado a cabo en el Caribe se revierta. Los hallazgos muestran una imagen cruda de un frágil ecosistema que han dejado a la mayoría de nuestras comunidades más vulnerables sin la ayuda crítica», dijo Richard Amenyah, director de la Onusida multinacional en el Caribe.

«Estas organizaciones no solo son proveedores de servicio, sino que son la espina dorsal para ayudar a nuestros pacientes con VIH, alcanzando poblaciones que nuestros sistemas de salud no pueden», agregó Amenyah.

En enero pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que millones de vidas se pondrán en riesgo a raíz de la decisión del nuevo Gobierno estadounidense de detener sus programas de distribución de medicamentos para personas con VIH en países en desarrollo.

La directiva es parte del plan de paralización de ayuda exterior iniciado la semana pasada por Trump, quien en su primer día en el poder también ordenó la salida de Estados Unidos de la OMS, algo que ya había iniciado en su primer mandato pero no se materializó en aquella ocasión por la llegada a la presidencia de Joe Biden.

En 2023, último año del que se tienen datos completos, 1,3 millones de personas contrajeron el virus del VIH y unas 630.000 personas, 40.000 menos que en 2022, fallecieron por enfermedades relacionadas con el sida, enfermedad que en 40 años ha causado la muerte de más de 40 millones de personas.