Guarderías para plantas, cuidado botánico que multiplica su demanda en verano

Fotografía del pasado miércoles, 6 de agosto, de vecinos de Madrid en el refugio climático del Círculo de Bellas Artes. En este emplazamiento, los particulares pueden dejar las plantas durante las vacaciones para que puedan estar protegidas del calor. Fotografo: CHEMA MOYA

Nicole Andrea Vargas

Madrid, 9 ago (EFE).- Las guarderías para plantas son servicios de cuidado botánico que han aumentado su demanda durante este verano y que incluyen, entre otras ofertas, “niñeras” a domicilio, riego, abono o cuidados especiales, mientras sus dueños se van de vacaciones.

Hay opciones privadas y públicas en diferentes ciudades de España, como Madrid, Barcelona, Valencia e Irún, entre otras, a las que se puede acceder según la disponibilidad del espacio y el servicio que se requiera para las plantas.

Una de estas es la guardería de plantas habilitada, por segundo año consecutivo, en el Círculo de Bellas Artes, en Madrid, como parte de su refugio climático, y que alberga hasta cinco macetas por persona sin ningún costo ante «una necesidad urgente».

Santiago Hernández, miembro del equipo de desarrollo estratégico y editorial del Círculo, ha explicado a EFE que la iniciativa ha sido muy bien recibida por las personas, quienes han agotado los espacios habilitados en un solo día, por lo que, frente a la demanda, comparten consejos de cuidado a través de redes sociales.

«La guardería del refugio climático consta de 100 huéspedes que estarán aquí hasta el 7 de septiembre, junto con las plantas que trajimos del Vivero de Estufas del Parque del Retiro, por lo que nuestros jardineros les dan un cuidado profesional», ha contado Hernández.

Como la guardería se encuentra en un espacio cerrado, solo han recibido plantas de interior que no necesiten luz directa y se ha hecho una revisión previa por expertos para asegurar que no tengan plagas que puedan perjudicar a los ejemplares de otros y los propios del Círculo y El Retiro.

 Mayor demanda en verano 

Algunas guarderías ofrecen este servicio durante todo el año, aunque en el verano la demanda aumenta hasta cuatro veces, ha asegurado Sanitha Alem, fundadora de la empresa Planteka, una comunidad de expertos, como biólogos y jardineros profesionales, que se dedican al cuidado de plantas.

Si bien reciben todo tipo de especies, predominan las plantas de balcón porque requieren mayor cuidado con el sol y más frecuencia de riego, aunque las de interior también pueden sufrir problemas de plagas.

Alem dice que cada nuevo vegetal pasa primero por una cuarentena para evaluar que no tenga enfermedades y después se ubica en un sitio personalizado

Planteka también tiene “niñeras” para que cuiden plantas a domicilio, sobre todo cuando son muchas y es difícil el traslado hasta los centros de cuidado habilitados en Barcelona, Valencia y Madrid.

Las ciudades con mayor demanda en España son Madrid y Barcelona, dice Alem, en especial después de la pandemia cuando “las personas pudieron conectar más” con sus plantas y “entender que tienen vida”.

En el norte

Esta iniciativa también destaca en el País Vasco, donde otra empresa, Irún Bonsái, ofrece un servicio personalizado para este tipo de plantas, tomando en cuenta que “necesitan mucha atención” para mantenerse en buen estado, ha detallado el propietario, Javier Lumbreras.

Riego diario, desinfección y abono constante de la tierra son algunas de las necesidades de este tipo de planta, en particular durante el verano, porque “en dos o tres días se puede secar y morir”, lo que ha aumentado la demanda de las personas que se van de vacaciones.

Lumbreras ha explicado que aíslan y desinfectan los bonsáis apenas llegan porque “naturalmente en esta época del año un alto porcentaje tiene algo”, pese a que “muchos clientes no se den cuenta”.

Aunque la mayoría de guarderías de plantas son nuevas, no es el caso de los centros que cuidan bonsáis, pues existen hace mucho años, detalla Lumbreras a tiempo de asegurar que tienen el servicio disponible todo el año.

Igualmente, floristerías y viveros se ofrecen en distintas ciudades para custodiar los vegetales durante la canícula, una alternativa frente a otros medios caseros que, en algunos casos, no salvan a las plantas de los rigores del calor.