Alberto Santacruz
Mérida, 14 jun (EFE).- La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, que cumple dos años al frente del Ejecutivo regional, considera que, tras la petición unánime de la sociedad extremeña para dar continuidad a la central nuclear de Almaraz, ahora es el turno de las empresas propietarias para exigírselo al Gobierno.
«Me he sentado con todas ellas -Ibedrola, Endesa y Energy- y les he manifestado que es necesario que hagan esa fuerza que necesitamos, pues el Gobierno lo que pone encima de la mesa es que si las propietarias lo piden, lo harán», ha añadido Guardiola en una entrevista concedida a EFE cuando se cumple el ecuador de su legislatura, en la que la continuidad de la vida útil de la central nuclear cacereña es uno de sus grandes caballos de batalla.
Por ello, confía en que el próximo 20 de junio -fecha en la que se prevé una posible reunión entre las empresas- estas se pongan de acuerdo en dicho objetivo. «Ahora les toca dar un paso a las propietarias», ha agregado.
Esta reivindicación, al margen de que la haga suya como máxima representante de Extremadura, es de «todo el pueblo extremeño», ha insistido Guardiola, para quien la energía nuclear es imprescindible para dar estabilidad al sistema eléctrico y necesaria en términos de soberanía energética y de seguridad nacional, como lo es también un incremento de la inversión en las redes eléctricas.
A pesar de dicha importancia, el Gobierno central -ha lamentado- ni hace autocrítica ni ofrece explicaciones sobre el apagón ocurrido el pasado mes de abril, pero «sí nos ha apuntado con el dedo» en alusión a la ubicación de numerosas plantas fotovoltaicas en esta región.
Primera etapa

Precisamente, «con energía y fuerte» afronta Guardiola los dos años que restan de la presente legislatura, tras una primera etapa en la que aterrizó con numerosas críticas por rechazar a Vox como socios de Gobierno para posteriormente caminar con ellos -hasta julio de 2024- y, a nivel personal y de salud, sufrir una sepsis.
Su rechazo a pactar con Vox, «quizás -apunta- desde la visceralidad» en el marco de unas negociaciones «muy duras» en las que ella se sentó «a defender los intereses de Extremadura» mientras los de enfrente «pensaban en otra cosa», para luego firmar un acuerdo produjo una reacción política que le sorprendió por su magnitud.
«Aquello que yo defendí -en referencia a la combatir la violencia machista y defender los derechos de los colectivos LGTBI- ha estado a salvo» en esta legislatura «y lo va a seguir estando». «No voy a dar un solo paso atrás», ha insistido.
El apoyo de su familia en ambos episodios fue una de las claves para afrontar su proyecto de gestión, en el que «escuchar y acompañar» han sido y serán ejes de su acción como presidenta y como Gobierno.
Logros y retos
Prefiere no puntuarse, pues «los datos -por si solos- avalan» la acción de su Ejecutivo: la región ha bajado de los 70.000 parados por primera vez, donde más han subido los salarios medios, con datos históricos en exportación y donde el tiempo de espera en materia de dependencia está «muy por debajo de la media española» y cuya inversión en sanidad por habitante es la más alta del país.
«Estamos transitando por el camino correcto, pero queda mucho por hacer… las grandes transformaciones no se consiguen de una manera inmediata, pero tenemos todos los mimbres para ser una región puntera y liderar», ha aseverado.
Partidaria de dejar a un lado el pasado para «construir sobre el presente», Guardiola no esconde que su Ejecutivo trabaja para dar un futuro a la sociedad extremeña y, en términos políticos, para «conseguir una mayoría suficiente».
«Aunque el destino es el mismo y el objetivo es el mismo, quizás el avance sería a una velocidad mayor» si dispusiera de una mayoría absoluta.
Con el presupuesto regional prorrogado, pues Vox «dinamitó» el acuerdo al proponer «cuestiones que vulneraban los derechos humanos» y el PSOE por no retirar enmiendas no acordadas previamente, su Gobierno ya ha publicado la orden de elaboración del presupuesto de 2026 con el objetivo de negociarlo.
Avanzar en justicia tributaria, impulsar medidas económicas capaces de atraer inversiones y mejorar la calidad de los servicios públicos son algunos de los hilos que coserán dichas cuentas.
«No pienso en elecciones, pienso en sacar un presupuesto adelante que sea bueno para todos», ha dicho al ser preguntada si contempla un adelanto de comicios si tampoco hay presupuestos para el próximo ejercicio.
Crítica con «la puesta en escena con fuegos artificiales» por parte del Gobierno anterior (PSOE) de proyectos que eran «ideas incipientes», Guardiola pone en valor la gestión de «acompañamiento» de su Ejecutivo en proyectos como la fábrica de cátodos (Mérida), la de baterías (Navalmoral de la Mata), diamantes como conductores (Trujillo) y los diversos centros de grandes datos.
Aunque reconoce que no le molestó que la etiquetaran como ‘la Ayuso extremeña’, Guardiola defiende su propio perfil político y humana. «La gente ya sabe que soy María Guardiola», ha reivindicado.