Ciudad de Guatemala, 1 may (EFE).- Decenas de guatemaltecos marcharon este jueves para conmemorar el Día del Trabajo con la exigencia de poder sindicalizarse en busca de mejores condiciones laborales, además de solicitar el cese a todo tipo de represión.

La marcha, que se extendió por varias zonas de la Ciudad de Guatemala, se llevó a cabo sin mayores incidentes y con fuertes críticas hacia la explotación laboral y también la represión política por parte del Ministerio Público (Fiscalía), cuya cúpula se encuentra sancionada por Estados Unidos.

“Pedimos que se respete la democracia. Basta ya con la mafia de la corrupción. Hay algunas estructuras que siguen todavía, como el Ministerio Público que no quiere dejar trabajar al Gobierno”, dijo a EFE el secretario general de la Confederación Central General de Trabajadores de Guatemala, Luis Armando López Cortés.
“Los sindicatos son importantes porque son el único instrumento valioso para hacer valer sus derechos y obtener un salario digno”, recalcó López Cortés.
Para la organización que representa López Cortés, deben existir medidas urgentes para “acabar con la represión, persecución, criminalización y el asesinato de dirigentes sindicales”.
La marcha fue respaldada por la diputada Sonia Gutiérrez, miembro del partido Winaq, el único de tendencia izquierdista en el Congreso guatemalteco.
“No cabe duda que Guatemala sigue enfrentando desafíos en materia de respeto a los derechos laborales, prestaciones laborales y libertad sindical, que ha habido mucha represión en los últimos años”, expuso Gutiérrez.
En junio de 2024 fue asesinado el líder sindicalista Anastacio Tzib Caal, a cargo de la coordinación general de la red de sindicatos de maquila de textiles en Guatemala, en un crimen que sigue impune hasta la fecha.
El asesinato de Tzib Caal, perpetrado en el municipio de Villa Canales en el departamento (provincia) de Guatemala (centro), fue condenado por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Según cálculos de organismos internacionales, alrededor del 70 por ciento del total de la fuerza laboral en Guatemala trabaja en la informalidad, y por tanto no tiene acceso a derechos como la indemnización o el Seguro Social.