Madrid, 5 ago (EFE).- No enviar documentos sensibles por WhatsApp, hacer contratos de alquiler de larga duración o reclamar ante abusos son algunas de las recomendaciones recogidas en la ‘Guía de los derechos de las inquilinas’ lanzada este martes por el Ministerio de Juventud e Infancia y el Instituto de la Juventud (Injuve).
La guía ofrece información y herramientas a jóvenes que viven de alquiler sobre sus derechos y para defenderse de potenciales abusos, desde la búsqueda de vivienda a la firma y la vigencia del contrato de alquiler.
Estas son algunas:
– Alquilar mejor a un particular para ahorrar trámites y costes.
– Optar por contratos de larga duración, ya que son los únicos que incorporan cláusulas obligatorias que protegen y reconocen los derechos de las personas inquilinas y evitan subidas de precio.
– Si se alquila por inmobiliaria, el ‘mes de agencia’ debe pagarlo el casero y también cualquier otro gasto porque es el propietario quien la contrata y debe pagar sus servicios.
– Si se acepta pagar esos gastos a la agencia, se pueden reclamar. Hay que guardar pruebas, como pantallazos o grabar con el móvil la conversación.
– No enviar documentación sensible por WhatsApp y pedir un correo profesional para saber a quién se le envía.
– Grabar o fotografiar el piso al entrar a vivir e informar de cualquier problema por escrito antes de 30 días.
– Aunque ponga un año de contrato, los alquileres se renuevan automáticamente hasta 5 o 7 años según la ley. Y si cumplido ese plazo el casero no comunica el fin del alquiler cuatro meses antes, se prorroga 3 años más, lo mismo si está en zona tensionada.
– En el caso de que el casero necesite su vivienda para sí o para un familiar, debe notificarlo dos meses antes y justificar esa necesidad. Si la pone en alquiler en los 3 meses siguientes, se puede recuperar el alquiler y ser indemnizado.
– Se puede subir el alquiler por mejoras tras 5 años y no más del 20 %.
– Obras: por desgaste, las paga el inquilino y las averías que no son por mal uso, el casero.
– No hay que abonar el ‘seguro de impago’; si obligan, se puede demandar la devolución.
– La fianza es de un mes por ley, aunque el casero puede exigir hasta dos meses de renta. El propietario solo puede usarla para reparar desperfectos por mal uso.
– Acabar el contrato: a partir de 6 meses y avisando con 30 o 60 días no tiene coste.
– Para que haya un desahucio debe ordenarlo un juez.
– Las reclamaciones judiciales frente a abusos (hasta los 2.000 euros) son gratuitas y no necesitan abogado.
– La guía facilita los modelos de reclamación y pautas para acceder a vivienda pública y ayudas de alquiler de las comunidades.
Rego: «Son herramientas al servicio de los derechos de los jóvenes»
La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha destacado que la guía «nace de una demanda social, pero también de un compromiso político: poner herramientas concretas al servicio de la juventud para que conozca y defienda sus derechos».
Por su parte, la directora general del Injuve, Margarita Guerrero, ha alertado de «la confusión, desinformación y vulnerabilidades» de los jóvenes en el acceso al alquiler, lo que repercute en la «desprotección legal» de los inquilinos.
Salarios medios de 1.048, alquiler 1.072
En España, un joven tendría que dedicar todo su salario a pagar el alquiler de una vivienda en solitario y no le llegaría, según el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud.
El salario medio se sitúa en 1.048 euros y el alquiler, 1.072 euros -el más caro de la historia-; aún le faltarían 24 euros para asumir el coste de la vivienda, sin contar los suministros ni la comida.
Ante esta situación, solo el 14,8 % de los jóvenes vive fuera del hogar familiar, la cifra más baja desde que se tienen datos de emancipación -en 2006-, pese al aumento de los salarios de los últimos años, aunque la subida de los alquileres pesa como una losa.