Guía para disfrutar de unas vacaciones de Semana Santa amables con el medioambiente

Un grupo de turistas en bicicleta escucha las indicaciones de su guía. EFE/Manuel Bruque/Archivo

Madrid, 15 abr (EFE).- ¿Dónde ir esta Semana Santa? ¿Cómo viajar? ¿Qué actividades elegir? Los viajeros tienen un amplio abanico de opciones para aprovechar estos días libres dejando la menor huella posible en el entorno. Esta es una guía básica para ser amables con el medioambiente mientras se disfruta de las vacaciones:

El destino, primera elección importante

Los destinos de proximidad son más respetuosos con el medioambiente que los viajes largos, porque el lugar elegido influirá decisivamente en el medio de transporte.

Pablo Muñoz, portavoz de Ecologistas en Acción, también invita a “evitar destinos muy sometidos a la turistificación, porque cada territorio tiene una capacidad de carga y en algunos está claramente sobrepasada”. Es preferible pensar en destinos en los que el impacto sea menor y, además, contribuir económicamente a su desarrollo.

¿Qué transporte? Público, eléctrico, compartido…

En la escala de vehículos contaminantes, el enemigo número uno es el avión. Entre los terrestres, el mejor es el tren siempre que esté electrificado “y el 80 % de la red en España lo está”, recuerda el portavoz, también coordinador del área de movilidad sostenible en su organización.

Si se viaja por carretera, antes en autobús que en coche, antes en coche compartido que individual, antes en vehículo eléctrico que en uno de combustión. Sin olvidar el cicloturismo.

Billetes y tarjetas de embarque, mejor en el teléfono que en papel

Evitar imprimir las tarjetas de embarque o los billetes del viaje es una pequeña medida que también ayuda. Todos son válidos en las aplicaciones del teléfono.

La bicicleta, una buena manera de moverse por las ciudades

Para conocer una ciudad, “el ritmo de la bicicleta es el ideal”, sostiene Silvia Casorrán, secretaria general de RedBici. “Tienes facilidad para pararte cuando quieras y te cansas menos que si vas todo el día a pie”.

“Quedan algunas barreras, como que no haya bici pública en todos los sitios o que solo sea para los residentes, pero siempre hay empresas de alquiler. En cuanto a los carriles, depende de la infraestructura de cada ciudad, pero cada vez hay más y más información sobre cómo moverse de forma segura”, apunta.

Una asignatura pendiente, según Casorrán, “es que todas las bicicletas públicas de España puedan utilizarse con la misma aplicación”.

¿Debe asustarnos la lluvia esta Semana Santa a la hora de coger una bicicleta?

“Entre los ciclistas hay un dicho para los días de lluvia: ‘No somos de azúcar’. La lluvia no es un gran drama, cuando vas caminando llueve también”, indica la defensora de este medio de locomoción.

La gastronomía local, en los restaurantes de proximidad

Son restaurantes que se sirven de productores locales e incentivan la economía local. Los que se agrupan en la asociación ‘SlowFood’ (‘comida lenta’), con más 100.000 miembros en todo el mundo, garantizan un 40 % de ingredientes de origen local en sus platos y que el restaurante los compra directamente al productor a menos de 100 kilómetros de distancia.

Los alojamientos con etiqueta eco, un reclamo

En España ya son 60 los alojamientos turísticos que exhiben la etiqueta Ecolabel, que garantiza que han optimizado la gestión medioambiental y de residuos y han reducido el consumo de energía, agua, emisiones de transporte y residuos alimentarios. En Europa se puede elegir entre 799 alojamientos, que van desde cámpings hasta hoteles de cuatro estrellas y resorts nudistas.

“Si la gente incorpora a sus hábitos buscar ese tipo de distintivos, está bien porque genera un efecto motor en los propios hoteles, que tenderán a incorporar esas prácticas”, señala Pablo Muñoz.

Los centros de interpretación de la naturaleza, un gran plan de ocio familiar

Una buena manera de hacer que los niños conozcan la naturaleza es visitar los centros de interpretación de los espacios protegidos que visiten en vacaciones. Suelen ser espacios interactivos, accesibles… y gratuitos.

Por Natalia Arriaga