Ahmedabad (India), 13 jun (EFE).- «Cuando me levanté, había cadáveres a mi alrededor. Tenía miedo. Me levanté y corrí», relató Vishwash Kumar Ramesh, un ciudadano británico de 38 años y el único superviviente del vuelo AI-171 de Air India, que se estrelló el jueves en Ahmedabad con 242 personas a bordo.
Ramesh viajaba en el asiento 11A, situado junto a una de las salidas de emergencia del Boeing 787. Aunque medios locales aseguran que logró saltar del avión, las autoridades no han dado un versión oficial sobre si el superviviente abandonó la aeronave antes o después de que esta quedara envuelta en las llamas.
«Había restos del avión por todas partes. Alguien me agarró, me metió en una ambulancia y me llevó al hospital», declaró Ramesh al medio indio Hindustan Times.
La historia de su supervivencia fue confirmada visualmente por canales de noticias indios, que difundieron imágenes de un hombre con una camiseta blanca ensangrentada y pantalones oscuros, coincidente con las fotografías de Ramesh, caminando con dificultad mientras era asistido por personal médico.
La tragedia aérea, que es ya la peor en una década en la historia de la India, dejó al menos 268 muertos, de los cuales 241 eran pasajeros y al menos otras 27 personas se encontraban en tierra.
El avión se estrelló en una zona residencial y una residencia de estudiantes de medicina, situada cerca del aeropuerto, durante la hora del almuerzo.
El hombre permanece ingresado en el Hospital Civil de Ahmedabad, donde recibió la visita este viernes del primer ministro indio, Narendra Modi.
Según informó a este mismo medio, su hermano también viajaba en el avión, una fila delante de él, y pidió ayuda para encontrarlo.
La mayoría de las víctimas eran de nacionalidad india y británica. Las autoridades han iniciado un proceso de identificación mediante pruebas de ADN, mientras continúa la investigación sobre las causas del siniestro.
Las autoridades han iniciado un complejo proceso de identificación de las víctimas mediante pruebas de ADN, mientras los investigadores buscan las cajas negras para esclarecer las causas del siniestro.
Según el ministro del Interior indio, Amit Shah, «el avión transportaba casi 125.000 litros de combustible y, debido a la alta temperatura, no había posibilidad de salvar a nadie».