Hacer justicia en el caso de neerlandeses será precedente para las víctimas de la guerra en El Salvador

Detalle de los retratos de los periodista neerlandeses asesinados durante una emboscada militar en 1982 en medio de la guerra civil en El Salvador, este martes, 22 de abril, en el parque Cuscatlán de San Salvador (El Salvador). EFE/Rodrigo Sura

San Salvador, 22 abr (EFE).- Gert Kuiper y Saskia ter Laag, hermanos de dos de los cuatros periodistas neerlandeses emboscados y asesinados en El Salvador en el contexto de la guerra civil (1980-1992), consideraron este martes que hacer justicia en este caso será un precedente para las miles de víctimas salvadoreñas que dejó ese conflicto.

Sonja ter Laag (i) y Gert Kuiper (d), hermanos de dos de los cuatro periodista neerlandeses asesinados durante una emboscada militar en 1982 en medio de la guerra civil salvadoreña, al posar junto al Monumento a la Memoria y Verdad, en el parque Cuscatlán de San Salvador (El Salvador). EFE/Rodrigo Sura

Está previsto que un tribunal del departamento de Chalatenango (norte) comience este miércoles el juicio contra tres militares señalados como responsables del hecho.

Saskia (i) y Sonja ter Laag (c) y Gert Kuiper, hermanos de dos de los cuatro periodista neerlandeses asesinados durante una emboscada militar en 1982 en medio de la guerra civil salvadoreña, al posar junto al Monumento a la Memoria y Verdad, en el parque Cuscatlán de San Salvador (El Salvador). EFE/Rodrigo Sura

Gert Kuiper, hermano de Jan Kuiper, dijo hoy -en una conferencia de prensa realizada en el Monumento a las Víctimas de la Guerra Civil en San Salvador- que tiene esperanzas que la vista pública “arranque” el miércoles y que sea el primero “de una serie de juicios en los que se haga justicia en los crímenes de la guerra civil”.

“Ahora estamos acá para la vista pública, para pedir justicia por este asesinato. Me doy cuenta de lo privilegiado que soy, porque por fin habrá un juicio, aunque haya tardado 43 años”, expresó el familiar de uno de los periodistas asesinados.

Según Kuiper, “para tantos salvadoreños, de quienes un familiar o un ser querido fue asesinado deliberadamente, eso parece ser mucho más complicado”.

Por su parte, Saskia ter Laag, hermana de Hans Lodewijk ter Laag, también guarda esperanzas de que el juicio se lleve a cabo tal como está previsto y hace votos para que “estén presentes todas las partes, se pueda realizar la vista pública y así juzgar el caso lo mejor que se pueda”.

“Está en sus manos, como tribunal, dictar la sentencia y decidir la condena. Para mí y para mis seres queridos lo más importante es obtener la respuesta a la pregunta: ¿Por qué motivo tuvieron que ser ejecutados?”, dijo la mujer .

Ter Laag indicó que, “en memoria de los cuatros periodistas holandeses que vinieron a informar sobre las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la guerra civil de El Salvador”, “asegurémonos de que finalmente se pueda hacer justicia”.

Además, que “esta sentencia quede como precedente para las 75.000 víctimas de la guerra y también como signo de civilización y ejemplo para las nuevas generaciones en El Salvador y el mundo”, expresó Ter Laag.

La hermana de Hans comentó que “durante 43 años, el asesinato de mi hermano ensombreció mi vida con todas sus consecuencias” y que “durante los primeros 25 años, después de 1982, no pude hablar de ello con nadie”.

El juicio se realizará contra tres altos mandos militares en retiro: el coronel Mario Adalberto Reyes Mena, quien reside en Estados Unidos y cuenta con una orden de deportación; el general José Guillermo García, exministro de la Defensa Nacional durante los primeros años de la guerra civil; y el coronel Francisco Antonio Morán, exdirector de la extinta Policía de Hacienda.

El Informe de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas de 1993, que investigó los crímenes de guerra, señala que los periodistas holandeses Koos Jacobus Andries Koster, Jan Corenlius Kuiper Jop, Hans Lodewijk ter Laag y Johannes Jan Willemsen fueron asesinados por orden de Reyes Mena.

Al menos 30 periodistas murieron en El Salvador durante los 12 años de guerra y cuatro más desaparecieron y fueron heridos en las zonas de combate.

La guerra civil salvadoreña (1980-1992) que enfrentó al Ejército salvadoreño, financiado por los Estados Unidos, y a la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, ahora partido político de oposición) dejó un saldo estimado de 75.000 muertos y 8.000 desaparecidos, según datos de la Comisión de la Verdad.