Madrid, 6 may (EFE).- Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIO) ha descubierto en modelos de ratón que la escasez de una proteína, la p53, desencadena la formación de tumores colorrectales, el tercer tipo de cáncer más diagnosticado en el mundo.
El estudio, liderado por Nabil Djouder, jefe de Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del CNIO, explica este mecanismo molecular que no solo inicia el cáncer colorrectal -de colon o recto- sino que además favorece su progresión a formas más agresivas.
La investigación, que ha sido publicada en la revista Nature Communications, abre nuevas vías para el desarrollo de estrategias para prevenir este cáncer.
Hasta el 80 por ciento de estos tumores está relacionado con factores ambientales y de estilo de vida, como una dieta poco saludable, el sedentarismo, la obesidad, el tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol.
La mayoría de los cánceres colorrectales se originan de pólipos adenomatosos, una lesión precancerosa que, si no se detecta y extirpa a tiempo, puede evolucionar hacia un tumor maligno.
Inicio del proceso tumoral
Al estudiarlo con modelos de ratón, los autores observaron que la proteína p53 disminuía su presencia en las etapas iniciales de la formación de los tumores, lo que permitía la aparición y el desarrollo del cáncer.
p53 es una proteína antitumoral que se encarga de bloquear la división de las células y contribuir a que se destruyan cuando presentan alguna disfunción, pero sin ella las células crecen de manera descontrolada.
El hallazgo de que la degradación de p53 inicia el proceso tumoral en el cáncer de colon es completamente nuevo.
El estudio también ha identificado un mecanismo inédito en la regulación de los niveles de p53 (una proteína denominada URI, conocida por su expresión en otros tipos de cáncer) y muestra que cuando los niveles de URI aumentan en las células, disminuye p53.
Trabajos previos del CNIO habían relacionado la proteína URI con otros tipos de cáncer, sobre todo con el de hígado, pero esta es la primera vez que se asocia URI a tumores colorrectales.
“Los niveles de URI comienzan a elevarse muy al principio, lo que conduce a la formación del adenoma, un crecimiento aberrante que aún no constituye un cáncer, pero es en esa etapa donde empieza a degradarse p53”, explica Irene Herranz-Montoya, primera autora del estudio.
En sus experimentos en ratones, los autores vieron que, si eliminaban URI o elevaban los niveles de p53 en los pólipos, estos no llegaban a transformarse en tumores y los ratones con cáncer colorrectal vivían más tiempo.
Una comprensión más detallada
“Nuestros resultados aportan una compresión más detallada de cómo evoluciona el cáncer colorrectal. Si nos centramos en investigar los mecanismos moleculares que provocan la degradación de p53, entre ellos el incremento de URI, podríamos en un futuro intervenir en los estadios iniciales del cáncer y prevenir su progresión a formas más agresivas de la enfermedad”, según Herranz.
Con este objetivo, el equipo enfoca ahora su trabajo en el desarrollo de inhibidores de la proteína URI.
El estudio se ha validado utilizando muestras humanas, donadas por el Biobanco del hospital Ramon y Cajal de Madrid y en colaboración con Cristian Perna, procedentes de pacientes con adenomas y con cáncer de colon en estadios avanzados. Además, se ha complementado con datos analizados con métodos bioinformáticos.