Hamás acusa a Netanyahu de querer “frustrar” las negociaciones y la liberación de rehenes

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una foto de archivo. EFE/EPA/ABIR SULTAN / POOL

Jerusalén, 21 may (EFE).- El grupo islamista palestino Hamás, que controla la Franja de Gaza, acusó este miércoles al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, de querer “frustrar el proceso de negociación y destruir cualquier perspectiva de liberación de prisioneros” después de que el mandatario israelí anunciara un plan para desplazar a la población gazatí.

“La afirmación de Netanyahu de que cualquier acuerdo de cese del fuego temporal sería seguido por una reanudación de la guerra, lo que llevaría a la implementación de lo que él llamó el plan (Donald) Trump para el desplazamiento, es un intento de frustrar el proceso de negociación y destruir cualquier perspectiva de liberación de prisioneros”, subrayó Hamás en un comunicado.

El grupo islamista también denunció que las declaraciones de Netanyahu “confirman una vez más al mundo entero que estamos ante un criminal obsesionado con el asesinato y el genocidio, que empuja a toda la región al abismo para servir a sus intereses políticos”.

El primer ministro israelí anunció un plan para desplazar a la población gazatí, de unos 2,1 millones de personas, a una zona en el sur de la Franja de Gaza a medida que tome el control del territorio en el enclave.

Netanyahu aseguró que será en esta zona, “limpia de Hamás”, donde los gazatíes recibirán ayuda humanitaria, cuyo acceso a la Franja Israel bloqueaba desde el 2 de marzo y que esta noche empezó a llegar a los puntos de distribución después de días de incertidumbre.

Netanyahu también insistió en que Israel implementará el “plan (Donald) Trump” en la Franja de Gaza cuando acabe la guerra, un plan que implica desplazar a la población gazatí a otros países del mundo árabe, algo que solo ocurrirá, dijo, cuando Hamás sea expulsado del enclave y haya “condiciones claras que garanticen la seguridad de Israel”.

El grupo islamista aseguró que “Washington enfrenta la responsabilidad de aclarar su posición sobre el delito de desplazamiento forzado bajo amenaza de genocidio, en un momento en que desempeña un papel mediador para poner fin a la guerra”.

También instó a la comunidad internacional a “tomar medidas” para garantizar “el fin de las brutales masacres de personas inocentes en la Franja de Gaza.