Bogotá, 10 may (EFE).- El escritor colombiano Héctor Abad Faciolince calificó al presidente de su país, Gustavo Petro, como una persona “bastante errática”, aunque considera que su Gobierno no ha sido “tan horrendo” como “dice cierta extrema derecha”.

“Petro es una persona bastante errática, uno lo sabe. Hoy en día tiene discursos líricos, pacíficos, muy bonitos, o quizás no muy bonitos sino un poco cursis, pero al menos discursos líricos, pacíficos. Y otro día tiene el lenguaje más guerrero y grosero (…) como si tuviera dos personalidades”, expresó el escritor en una entrevista con EFE en Bogotá.
Abad Faciolince, que presentó en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FilBo) su obra ‘Ahora y en la hora’ (Alfaguara), resaltó que el mandatario “un día dice que no se va a hacer reelegir por ningún motivo y otro día dice ‘bueno, yo me voy del Gobierno salvo que el pueblo haga una revolución y me deje aquí'”.
“Y se pone entonces la camiseta roja de los chavistas y no dice en últimas qué es lo que quiere decir. ¿Está usted sobrio cuando usted publica 35 veces por la noche mensajes y mensajes? (…) ¿Está usted bien realmente?”, reflexiona el escritor.
Por eso agrega: ¿Cuál de estas dos personalidades triunfa en él y si podemos hacer de verdad una transición democrática hacia otro gobierno, de su partido hacia un gobierno distinto?. Vamos a ver si se impone el Dr. Jekyll o Mr. Hyde en esa personalidad”.
El autor de ‘El olvido que seremos’ también manifestó su preocupación por “la salud mental del jefe del Estado” y recordó que “desde el principio” ha sentido “una gran desconfianza por el gobierno”.
“No me ha parecido tan horrendo como dice cierta extrema derecha y hay incluso cosas de él que yo apoyo y que me parecen bien. A veces lo molesto es el tonito. Estoy de acuerdo con muchas de las cosas de la reforma laboral, por ejemplo”, añade.
Sin embargo, advierte que “hay una rama corrupta de su gobierno que a lo que se dedica es a tratar de captar el capital, el erario, el patrimonio público del país para hacer negocios y para sus clientes”.
“También hay una doble alma en el partido gobernante”, concluye.