Bruselas, 5 jun (EFE).- El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, recalcó este jueves que “cada país” de la OTAN tiene que invertir un 5 % de su PIB al gasto en defensa para hacer frente a las amenazas a las que se enfrenta la Alianza Atlántica.
“La razón por la que estoy aquí es para asegurarme de que todos los países de la OTAN entienden que hay que arrimar el hombro, cada país tiene que contribuir a ese nivel del 5 % como reconocimiento de la naturaleza de la amenaza”, declaró Hegseth junto al secretario general de la Alianza, Mark Rutte, a su llegada a una reunión de ministros aliados de Defensa.
El jefe del Pentágono insistió en que es “el poder duro lo que realmente disuade” y dejó claro que no puede estar basado únicamente en las capacidades de EE. UU.
Los ministros aprobarán hoy formalmente los objetivos de capacidades que necesitará la Alianza en los próximos años, que servirán de base para fijar una nueva meta de gasto militar en la cumbre de la OTAN en La Haya del 24 y 25 de junio, actualmente situado en el 2 % del PIB de cada país.
Hegseth aseguró que Estados Unidos está “orgulloso de estar aquí apoyando a nuestros aliados”, pero reafirmó que “nuestro mensaje va a seguir siendo claro”.
“Es disuasión y paz a través de la fuerza, pero no puede ser dependencia, una dependencia de Estados Unidos en un mundo con muchas amenazas”, dijo, y aludió a la región del Indo-Pacífico, donde Washington quiere centrar sus prioridades.
En ese contexto, recalcó que “el 5 % es donde tenemos que estar teniendo en cuenta las amenazas a las que nos enfrentamos en el mundo de hoy, y mantendremos esa conversación de forma sólida y constructiva”.
Hegseth agradeció a Rutte su “fantástico trabajo” a la hora de tratar de limar diferencias entre aliados, que reconoció que tienen “muchas perspectivas diferentes”.
De cara a la cumbre, el ex primer ministro neerlandés dijo que “ya sabremos que habrá que gastar mucho más si queremos cumplir con esos objetivos (de capacidades) y, haciendo eso, igualaremos también el gasto entre Canadá, Europa y Estados Unidos”.
Se mostró confiado de que en La Haya se llegará a esa nueva meta de gasto militar y garantizó a Hegseth que, en la Alianza, “hemos oído el mensaje” lanzado por la Administración de Donald Trump.
“Ha habido un compromiso total de EE. UU. con la OTAN, pero también esta expectativa de que los aliados europeos y canadienses aumenten el gasto, y confío bastante en que se consiga en la cumbre”, concluyó.
En esa cita, Rutte ha propuesto llegar a la cifra del 5 % para 2032 desglosando un 3,5 % para gasto militar puro y un 1,5 % para capacidades relacionadas, pero sigue habiendo división entre los aliados sobre la necesidad de marcar un porcentaje concreto del PIB para cubrir las necesidades defensivas de la OTAN.