Caracas, 6 ago (EFE).- La familia del preso venezolano Ruperto Contreras, de 71 años, pidió este miércoles una atención médica al asegurar que tiene hiperplasia prostática y ha sido ingresado en varias ocasiones a un hospital público de Maracaibo, en el estado Zulia (noroeste, fronterizo con Colombia), por diversas emergencias, entre ellas fiebre e infecciones de las vías urinarias.

Así dijo a EFE su hijo menor, Richard Contreras, quien detalló que su padre fue detenido el pasado 9 enero, en el contexto de la protesta convocada por la líder opositora María Corina Machado, quien salió a la calle, en Caracas, para exigir el respeto al triunfo que, asegura, obtuvo Edmundo González Urrutia en las presidenciales de 2024, cuando el ente electoral proclamó mandatario reelecto a Nicolás Maduro.

«Lo que dicen los médicos es que él tiene que ser operado de la próstata. No se ha podido operar en años anteriores y ahora estamos en esta situación», afirmó Contreras.
Asimismo, indicó que viajó a Caracas para presentar los informes médicos al abogado público asignado en el caso, para así dar cuenta de las condiciones de salud de su padre, que se han agravado en los últimos meses, según dijo, y ha derivado en otras complicaciones, como cálculos renales y estreñimiento.
«No sabemos el por qué no se han presentado los informes médicos ante la Fiscalía, ante el juez, de la patología de papá. Nosotros se los dimos a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y yo personalmente viajé a Caracas y se los entregué al abogado defensor asignado en ese momento», señaló.
Además, denunció que su padre, quien tiene una sonda urinaria, está recluido en un calabozo de la GNB «donde hay más de 90 detenidos», «un solo baño» y el calor es «insoportable».
Por tanto, pidió a las autoridades que otorguen una medida a su padre para que, de esta manera, pueda salir de prisión y ser atendido.
«A papá no le quedan muchos años de vida. Entonces que los pase con sus familiares (sus cuatro hijos) con sus (diez) nietos», agregó.