Fermín Cabanillas
Hinojos (Huelva), 21 jun (EFE).- Los vecinos de la localidad onubense de Hinojos se toman muy en serio ser un pueblo “verde”, pero no solo en términos ecológicos, sino a la hora de cubrir de ese color las casas del pueblo una vez al año, con motivo de la festividad del Corpus Christi.
Igual que Júzcar, en la provincia de Málaga, ha quedado para los restos como el ‘Pueblo Pitufo’ con sus calles pintadas de azul, en este rincón a 60 kilómetros de la capital onubense todo es verde, gracias a las miles de ramas de eucaliptos que son recogidas en sus campos para cumplir una tradición que tiene documentados sus inicios a finales del siglo XVI, concretamente en 1596.
En esencia, cuando este domingo se realice la procesión del Corpus por las calles del pueblo, todo estará completamente cubierto de verde, desde las aceras a los tejados. Solo se dejan libres en las fachadas las puertas de entrada y salida de las viviendas, en un ritual en que los 4.000 vecinos del municipio se implican como una sola persona.
Y todo tras recoger el eucalipto de hasta cuatro hectáreas que han sido necesarias este año para cumplir con la cita festiva, en la que tan llamativas son las calles teñidas de verde como los arcos que se realizan en varios tramos y en las entradas de las casas.
Todo se inicia en el campo

A mediados de esta semana comenzaban los trabajos para recoger las hojas de eucalipto que cubren las fachadas.
Este sábado aún se podían ver a algunas personas bajo un sol de justicia reuniendo las últimas ramas para dejarlo todo listo, en una fiesta con contrastes, porque mañana sus calles se llenarán hasta arriba, pero hoy se vive en el pueblo una calma absoluta, incluso con muchas personas aprovechando para irse a la playa una vez que han dejado sus fachadas listas, dejando una estampa típica del verano en los pueblos del interior, con sus calles vacías esperando la fiesta.
Y todo con una precisión total, de la que se tienen sus primeras noticias en 1636, cuando se documentó la costumbre de vestir las calles y la plaza de la Iglesia con juncia y ramos, aunque es probable que el exorno del espacio festivo se realizara desde principios del XVII.
Los ramos -cuya variedad no se especifica en los libros parroquiales- se sustituyen por eucaliptos en las primeras décadas del siglo XX, como consta en fotografías de los años veinte, y por testimonios orales se sabe que estos ramajes de eucaliptos eran aportados por los propios vecinos, aunque, según consta en Actas Municipales, hubo años en los que era el propio Consistorio el que los hacía traer para exornar las calles.
Con las repoblaciones de eucaliptos en las fincas de Montes Propios y Las Paredejas en la segunda mitad del XX y la creación de una Comisión de Festejos en 1950, el Corpus consolida la particularidad que lo caracteriza hoy: la transformación de sus calles en un tupido bosque con valores propios en el que los arcos florales son expresión de las señas de identidad.
Un Corpus de cuatro días

Y, como suele pasar, el pueblo se ha hecho con la fiesta, una fiesta que no se ciñe al fin de semana, porque las actividades se iniciaron el pasado jueves y se prolongarán hasta bien entrada la noche del domingo, con el momento álgido que llegará a las 10.30 de la mañana, cuando se inicie la procesión con un paso portando por 25 costaleros.
Y todo ello después de “vestir para el Corpus”, que es como se conoce en el pueblo a la tradición de llenar sus calles de verde por todos lados, lo que provoca, además, un interesante efecto térmico, porque toda esa carga de naturaleza en las fachadas hace que baje varios grados la temperatura interior en las viviendas, todo un aviso de lo que se podría hacer en los colegios andaluces en estos días de manifestaciones de asociaciones de padres pidiendo que se climaticen.
El Ayuntamiento, además, pone el foco en el aspecto ecológico de la fiesta, porque, cuando termine, todas las hojas de eucalipto y el resto de elementos ornamentales se destinarán a biomasa, en una celebración que desde el 15 de mayo de 2018 está inscrita como Bien de Interés Cultural con la tipología de Actividad de Interés Etnológico en Andalucía.