Madrid, 29 abr (EFE).- La Caja Mágica recobró la normalidad, el recinto recuperó la luz y las pistas el color habitual que acapara un gran espectáculo y uno de los torneos con más repercusión; un lujo para el espectador que, como todo, el lunes fue puesto en entredicho por el derrumbe energético que cogió al país con el pie cambiado.

Hubo caos en la Caja Mágica. Pero también comprensión y naturalidad. Y paciencia de los tenistas. También solución de la organización que este martes ha anunciado que devolverá el importe de las entradas de la jornada del lunes que no se pudo disputar. Cada espectador recibirá íntegramente el pago del boleto para asistir a un evento que se canceló.
En el día después las puertas abrieron cuando estaba previsto. Los locales de restauración, que el día antes tuvieron que cerrar prematuramente, sin recursos para sacar adelante la jornada, abrieron como siempre en una jornada intensa de partidos, un ‘supermartes’ inesperado, con el horario condensado para acelerar con los enfrentamientos que quedaron pendientes del lunes.
Con la rutina adquirida y el orden ya impuesto, el apagón fue un recuerdo. Aún en alerta, por si acaso, las anécdotas y vivencias de cada uno formaron parte de las conversaciones y corrillos. Todos tuvieron algo que contar. También los jugadores que se tomaron con cierta naturalidad un contratiempo ya como parte de unas carreras plagadas de vivencias. De interrupciones por oscuridad en eventos sin luz o por la lluvia.
La ausencia de luz sorprendió al juego. Se pudieron completar solo tres partidos, dos del cuadro femenino y uno del masculino. Grigor Dimitrov, sin embargo, se quedó a un juego de cerrar una clasificación a octavos que selló este martes, en la reanudación. Coco Gauff se quedó con la palabra en la boca. La energía eléctrica se fue en medio de su entrevista en la cancha tras ganar su partido con la suiza Belinda Bencic.
Los voluntarios cantaban los puntos voz en grito y una mujer empezó a cantar en la grada de la pista Manolo Santana cuando el evento se quedó sin luz. El resto del público hizo de coro. La música, gracias a los generadores, empezó a sonar, a evitar un silencio preocupante, de temor. La oscuridad invadió los pasillos de la Caja Mágica y el público, una vez cancelada la jornada, se empezó a retirar. Algunos a pie, con el cuentapasos activo. Con las carreteras taponadas en medio de una espera eterna.
“Este es mi primer apagón”, dijo Andreeva que pudo sacar adelante su partido el lunes. “La verdad es que es emocionante porque nunca había vivido algo así. Estoy súper contenta de que me hayan puesto en primer lugar para poder terminar todo a tiempo”, dijo la pupila de Conchita Martínez que ocupó el tiempo con un libro y una baraja de cartas.
“Temía tener que pasar la noche aquí y dormir en el gimnasio”, reconoció la rusa. “Todos usaron sus teléfonos como linternas”, dijo Andreeva, “pero estábamos juntos, el ambiente era más amigable y todos los jugadores comentaban la situación”.
Coco Gauff fue otra de las que afrontó este martes como jornada de descanso después de completar su partido ante Bencic el lunes. Y eso que no quería madrugar. Después lo agradeció. De otra manera, su calendario hubiera estado más apretado.
“Me alegro de que esa solicitud no prosperara y felicito a los supervisores de la WTA por tomar una decisión más correcta para mi”, dijo. Su problema fue no poder tomar una ducha después del partido. “Porque no había agua corriente, así que tuve que usar toallitas húmedas para limpiarme”, explicó Gauff; “y echarme un poco de perfume y dar por terminado el día”
“Es increíble cuánto dependemos de la electricidad; es una locura y lo pone en perspectiva. También me hace pensar en los humanos antes de la electricidad y lo impresionante que es”. Estaba completamente oscuro y me di cuenta de que se había ido la luz”, dijo Gauff. “Pensé que solo éramos nosotros y luego me di cuenta de que era todo el país; es una locura”.
Alex de Miñaur, uno de los favoritos del público completó su pase a octavos de final este martes. Desveló que durante el apagón que sufrió España pasó las horas “dando un paseo por el parque, jugando a las cartas y comprando algo para cenar en Mercadona, dónde no quedaba ni pan para cenar”, y aseguró que lo que más le gustó de la situación fue la “desconexión de internet”.
“Mucho no se puede hacer porque prácticamente toda tu vida está con tecnología. No tuve cobertura de móvil durante todo el día y, por tanto, dí paseos con el equipo, jugué a las cartas y me fui al único Mercadona que había abierto para comprar algo para cenar pero no quedaba ni pan”, dijo el tenista australiano.
“A mí si hay algo que me gustó o me encantó de ayer es poder estar desconectado de internet, salir afuera y ver a la población de Madrid volviendo estar con los amigos, disfrutar del tiempo y vivir el momento porque últimamente estamos enganchados a la tecnología. Fue un día duro pero todos los españoles se lo tomaron muy bien”, comentó.
La polaca Iga Swiatek, número dos del ránking WTA, dijo que su día no cambió con el apagón. Se dedicó a “disfrutar del tiempo libre” y tratar de recuperarse para el partido que hoy disputó contra la rusa Diana Shnaider y que tras ganarlo le dio el billete a cuartos de final del Masters 1.000 de Madrid.
“En el hotel no fue tan malo como en la Caja Mágica. Cogí comida para llevar de aquí y nos fuimos. La vuelta no fue mala porque WTA nos ayudó a salir y como fuimos rápidos en reaccionar no tuvimos problema. Cinco minutos más tarde ya había unos doscientos jugadores esperando el coche de vuelta así que tuve suerte”, dijo Swiatek, en conferencia de prensa.
“En cuanto al día, lo pasé de la misma manera que lo hubiera hecho si la electricidad hubiese estado encendida, por tanto mi día no cambió. No tenía que jugar un partido, disfruté del tiempo libre y traté de simplemente recuperarme. Hay que disfrutar estos días libres que tenemos”, comentó.
Dimitrov pudo completar su partido y avanzar a octavos. Asume y reconoce que los jugadores son unos privilegiados y que para otras profesiones la situación fue más delicada. “No tuvimos electricidad hasta bastante tarde pero al final no fue de gran importancia para mi. Aunque me dormí, tenía la cabeza en el partido que no se pudo acabar. Eso fue para mi la parte más difícil”.
En cuanto a la situación vivida, Dimitrov subrayó que “podía haber pasado en cualquier lugar. Hugo gente que se quedó colgado diez horas, limpiando ventanas por fuera. Fue una locura, acabo de verlo”, dijo.
“Nosotros estamos de alguna forma en un lugar seguro y nos cuidaron de la mejor manera posible. también a ustedes”, subrayó el tenista búlgaro.
“Fue difícil volver a los hoteles y todo eso pero a todos nos pasaron cosas sin excepción. Cuando pasan cosas así te das cuenta del panorama general. ¿Qué pasa en los hospitales y demás?. Igual que en los aeropuertos, o en cosas relacionadas con esto. Así que visto así, está bien”.
“A todos les pasa lo mismo. No hay excepción. Y eso es lo que digo. Cuando pasan cosas así, te das cuenta del panorama general. ¿Qué hay de los hospitales y demás? Es como aeropuertos, cualquier cosa relacionada con eso. Así que, viéndolo así, lo siento. Está bien. Es solo la cámara en la parte superior de la cancha. Está bien. Esto es lo que hiciste”, añadió.
“Fue una forma de ver que todo puede cambiar de un momento a otro. Algunos jugadores se fueron tarde, muy tarde ya algunos no cenaron. Yo fui de los privilegiados. Tardamos tres horas en volver al hotel. Pero fui de los privilegiados. Estaba más o menos bien. Cuando era niño y crecía teníamos cortes de luz constantemente. Así que intenté verlo desde esa perspectiva y en cierto modo estoy preparado para situaciones de estas”, explicó Dimitrov.
La Caja Mágica recobró la normalidad. El orden de juego se cumplió y el evento sigue. Fue más allá de una vivencia más, de otro contratiempo vital. “Se pudo restaurar todo muy rápido. Fue un día de incertidumbre porque no teníamos manera de contactar con los jugadores. Al final todo se solucionó y el torneo sigue”, apunta el director del torneo Feliciano López.
Santiago Aparicio