Hombres ante caballos: la Rapa das Bestas se rejuvenece en A Capelada

Imagen de la Rapa das Bestas. EFE/Kiko Delgado

Raúl Salgado

Imagen de la Rapa das Bestas. EFE/Kiko Delgado

Cedeira (A Coruña), 1 jun (EFE).- La agreste sierra de A Capelada, entre Cedeira y Cariño, madruga este domingo, pero los anteriores tampoco fueron días de descanso, sino de laboriosos preparativos para su Rapa das Bestas, que logra afianzar una apuesta por mantener viva la tradición en su edición número 51.

Imagen de la Rapa das Bestas. EFE/Kiko Delgado

El curro ejerce de faro para centenares de personas, que acaban en este punto recóndito entre la montaña y los acantilados más altos de la Europa continental para asistir a un espectáculo luminoso a partir de una pugna justificada entre caballos salvajes y besteiros, como se les llama en la zona a los hombres que agrupan a los animales.

David Bouza se estrena como presidente de la asociación San Andrés de Teixido Eventos, promotora de la cita, y relata a EFE cómo desde la mañana del martes se puso en marcha la localización de los équidos, algunos desperdigados por lugares situados a más de siete kilómetros del núcleo central del festejo.

“Es un día entre amigos para pasarlo bien”, cuenta quien encabeza ahora la organización de la Rapa das Bestas, en cuya jornada grande también habrá carreras, música y gastronomía para todo el público.

Quieren que no se “vaya perdiendo esta tradición”, de más de medio siglo, y valoran el apoyo de la Xunta de Galicia y del Ayuntamiento de Cedeira para hacerlo posible, un respaldo que canaliza una entidad alrededor de la cual unas 40 personas, de toda la comarca de Ferrolterra, despliegan el trabajo previo.

Bouza apunta que este es un “día muy señalado del año” y que ya no se vive en tantos municipios como décadas atrás. A Capelada es “uno de los últimos lugares” en los que se lleva a cabo esta labor “arriesgada”, de máximo esfuerzo físico para introducir a los caballos en el curro.

Una tarea cotidiana convertida en fiesta, que ha adquirido máxima relevancia gracias a fenómenos como el de la serie “Rapa”, cuya primera temporada se rodó con Cedeira como epicentro y que revolucionó la cotidianidad de una villa que, eso sí, ya era foco turístico desde décadas atrás.

Cerca del santuario de San Andrés de Teixido, el propio mantenimiento del recinto donde se introduce a los caballos requiere de mimo, el que los promotores echan de menos para evitar la proliferación de lobos o mantener los desbroces necesarios en áreas plagadas de arbolado y susceptibles de verse afectadas por los incendios forestales.

A diferencia de la producción protagonizada por Javier Cámara y Mónica López, aquí la escena no varía: al borde del verano, cada año, se recoge a ejemplares en libertad para desparasitarlos y cortarles las crines, uno a uno.

Unas horas con un guion marcado para acabar volviendo a la libertad de A Capelada, que les devuelve la intimidad a cerca de 300 animales, repartidos entre más de 2.000 hectáreas que ya esperan a junio de 2026, a la siguiente Rapa, para avivar la llama de una fiesta oficial desde 1974, pero que hunde sus raíces mucho tiempo atrás.