Tegucigalpa, 26 jun (EFE).- Honduras, con 268 casos registrados en el último año, es señalado como uno de los países con «alto riesgo» de que una persona sea víctima de tortura, y los principales responsables de esos tratos crueles son las fuerzas de seguridad, advirtieron este jueves organizaciones civiles y la Iglesia católica.
De acuerdo con el Índice Global de la Tortura 2025, elaborado por la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT), en el país centroamericano «hay un alto riesgo de ser torturado», especialmente por las acciones de miembros de las fuerzas de seguridad, en particular policías y militares, dijo a EFE la representante del Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de las Víctimas de la Tortura y sus Familiares (CPTRT), Evelyn Ramírez.
El informe señala que este país presenta un riesgo «alto» de tortura (el máximo posible) en términos de brutalidad policial, mientras que en las condiciones de detención, la impunidad y los derechos de las víctimas es «muy alto».
El CPTRT presentó además su informe nacional, en el que se documenta 268 casos de tortura o tratos crueles, ocurridos entre junio de 2024 y junio de 2025.
Las principales víctimas han sido personas detenidas en postas policiales y centros penitenciarios, indicó Ramírez, quien responsabilizó de estos tratos crueles a policías y militares.
Entre los factores que agravan esta situación se encuentra la impunidad, ya que muchos de estos casos no son investigados ni judicializados debido a la debilidad estructural del sistema de justicia, y a la persistente protección hacia los cuerpos de seguridad del Estado, según el Índice Global de la Tortura, lamentó la experta.
Ramírez urgió al Estado hondureño a tomar acciones concretas para erradicar la tortura, señalando que Honduras ha ratificado tanto la Convención contra la Tortura como su Protocolo Facultativo, comprometiéndose así a prevenir, investigar y sancionar estos actos.
También pidió la abolición del estado de excepción, vigente desde 2022, al considerar que ha facilitado «muchos actos de tortura» en el país, y afirmó que el Estado hondureño tiene la obligación de investigar y reparar a las víctimas y sus familiares.
El CPTRT ha elaborado una propuesta de ley orientada a prevenir, sancionar y erradicar los actos de tortura en Honduras, enfatizó Ramírez, quien considera que hace falta «voluntad política» para aplicar las leyes.
Tortura sistemática y prácticas inhumanas persisten en el país

Honduras «mantiene una situación sistemática con altos índices de tortura» y que, lejos de mejorar, esta problemática «se agrava», aseguró a EFE Carlos Paz, de la Pastoral Cáritas San Pedro Sula.
Derechos básicos como ser informado del motivo de la detención, contar con defensa legal desde el primer momento o acceder a un abogado público en caso de no tener uno, son garantías fundamentales que, aunque suenen elementales, en Honduras se incumplen en la mayoría de los casos durante las primeras horas de detención, subrayó.
Este vacío de garantías, añadió Paz, permite que los cuerpos de seguridad del Estado actúen «sin control» judicial, trasladando a personas detenidas a lugares no supervisados, lo que incrementa el riesgo de abusos y tortura.
Cáritas ha documentado testimonios de víctimas sobrevivientes que denuncian prácticas como golpes en las plantas de los pies, una técnica que pueden causar daño neurológico, inmersiones forzadas en agua (conocidas como «submarino») para obtener confesiones, y el uso de bolsas o capuchas para asfixiar, técnicas que aún se siguen aplicando, lamentó.
Paz recalcó que, según las recomendaciones del Comité contra la Tortura, Honduras debe avanzar de «forma efectiva» en el cumplimiento de los estándares internacionales en las primeras horas de detención, garantizar un libro de registro único de detenidos y fomentar la conciencia social sobre estas prácticas.
La población debe tener «plena conciencia» de que no es normal que, al momento de una detención, lo primero que haga un policía sea golpear en lugar de informar sobre los derechos, explicó el representante de Cáritas.