Vitoria, 11 jun (EFE).- Los hospitales de la red sanitaria pública vasca de Vitoria han puesto en marcha una experiencia piloto para permitir que los pacientes, fundamentalmente de larga estancia y en cuidados paliativos, puedan recibir a sus mascotas ante la evidencia científica de los beneficios que ese contacto aporta.
Los hospitales de Txagorritxu y Santiago son los primeros del Sistema Vasco de Salud-Osakidetza en implantar esta medida que tiene como objetivo «humanizar» en lo posible la estancia de los enfermos en un entorno que puede resultar hostil como la habitación de un hospital.
Osakidetza ha activado esta semana el protocolo para que los pacientes ingresados en estos hospitales pueden solicitar la visita de estos seres queridos, que también forman parte de sus familias. La idea es extender esta experiencia, similar a la que ya hay en algunas comunidades, al resto de hospitales públicos del País Vasco.
Humanizar la estancia
Juanjo Jaras, responsable de la Unidad de Calidad y secretario de la Comisión de Humanización de Osakidetza en Álava, ha explicado que el programa MASK-Hospital (las primeras letras de ‘maskota’ en euskera) forma parte de las casi cuatrocientas medidas diseñadas para humanizar la asistencia hospitalaria en Euskadi.
Hay un protocolo definido y claro. Cuando un paciente desee recibir la visita de su mascota deberá solicitarlo a su médico y a la supervisión de la unidad en la que esté ingresada.
La visita contará con todas las garantías sanitarias y de higiene, tanto para los pacientes como para la propia mascota, que deberá tener un certificado veterinario, con la cartilla de vacunaciones al día y tendrá someterse a un protocolo de higiene previa a su entrada en contacto con el paciente o en las dependencias del centro sanitario.
El encuentro se podrá llevar a cabo en el exterior de los hospitales, en los vestíbulos o incluso en la habitación, si el paciente no puede salir de ella. Para este último caso deberá contar con el beneplácito del compañero o la compañera de habitación.
Jaras ha explicado que la idea es dar prioridad a los enfermos con hospitalización de larga duración, al menos de una semana, y para los que están en cuidados paliativos.
Solo perros
En principio, las visitas se van a limitar a perros. Por indicación veterinaria, Osakidetza ha restringido la medida a esta especie ya que se ha considerado que, por ejemplo, los gatos presentan una mayor dificultad por su comportamiento y se corre el riesgo de que se escapen por las dependencias.
El profesional ha reconocido que se van a vivir momentos muy especiales y ha recordado que antes de activar esta experiencia piloto, y con carácter excepcional, un paciente terminal recibió la visita de su mascota.
«Fue muy emocionante; el paciente, que estaba en los últimos días de su vida, parece como que recibió un impulso vital y pudo irse unos días a su casa, donde finalmente falleció», ha narrado.
Jaras ha recalcado que esta iniciativa forma parte de un programa de Osakidetza de humanización de la sanidad. Entre otras acciones además se programan pequeños conciertos en los hospitales, se trabaja en conseguir centros más silenciosos, porque un hospital es «de todo menos silencioso», y se está impulsando que los profesionales sanitarios lleven visible su nombre, para facilitar la interacción con los pacientes.
Bueno también para las mascotas
La doctora Irene Azagra ha recordado que las visitas de las mascotas a sus dueños son beneficiosas para los pacientes pero también para las mascotas que durante el ingreso «les echan mucho de menos».
Azagra ha recordado que está científicamente probado que la interacción con animales reduce los niveles de ansiedad, de cortisol, y aumenta los niveles de oxitocina, serotonina y de otras hormonas vinculadas con el bienestar.
Está demostrado que el contacto con las mascotas disminuye el dolor, al menos momentáneamente, la presión arterial y los niveles de estrés, y que la terapia con animales pude mejorar el sistema inmunológico de las personas.
Este miércoles, Blanca Nieves, una paciente de la planta de digestivo del hospital de Txagorritxu ha recibido la visita de Vera, una perrita de un voluntario que le ha hecho compañía un rato subida en su cama después de provocar la sorpresa y la sonrisa de muchos pacientes que, sorprendidos, no se esperaban un visitante de cuatro patas por los pasillos.