«Hostilidad», «discriminación» y recorte de fondos marcan el Día del Refugiado en EE.UU.

La directora ejecutiva de Refugee Assistance Alliance (RAA), Jamie Scotti-Everett, habla con EFE durante una entrevista en Miami (Florida, (EE.UU.). EFE/Alberto Boal

Miami, 20 jun (EFE).- La «hostilidad» y la «discriminación» marcan este Día Mundial de los Refugiados en Estados Unidos, que por primera vez ha suspendido su Programa de Admisiones de Refugiados (USRAP) y los fondos relacionados, lo que mantiene a organizaciones civiles y a estos inmigrantes en la incertidumbre, según expresan a EFE.

EE.UU. recibió a más de 100.000 refugiados en 2024, récord en 30 años, pero una de las primeras medidas de la Administración de Donald Trump fue frenar el USRAP, lo que se suma a la revocación de Estatus de Protección Temporal (TPS) y el ‘parole’ humanitario, y restricciones de viaje a países como Cuba, Haití y Venezuela.

En medio del panorama hay personas como Ana Lastra y Julio Villegas, esposos que llegaron con dos hijos a Miami como refugiados legales hace casi tres años después de recorrer Colombia y Ecuador tras huir de Venezuela, donde permanecen su hija y la madre de ella, ahora con la incertidumbre de si podrán reunirse.

«Hay incertidumbre, hay que ver, esperemos que (Trump) lo haga lo mejor posible, que sean realmente las personas que están haciendo mal, que sean esas las personas que él saque del país. Siempre hay un daño colateral, es lamentable, pero esperemos que las cosas cambien, que mejoren», expresa Lastra a EFE.

Villegas recuerda que llegaron al país de forma legal, con un programa de Naciones Unidas para reasentarse.

«Estados Unidos nos escogió a nosotros», subraya.

Un panorama sin precedentes

La directora ejecutiva de Refugee Assistance Alliance (RAA), Jamie Scotti-Everett, habla con EFE durante una entrevista en Miami (Florida, (EE.UU.). EFE/Alberto Boal

El país norteamericano ha acogido a unos 3,1 millones de refugiados en gobiernos republicanos y demócratas desde la aprobación del USRAP en 1980, según el Consejo de Refugiados de Estados Unidos (RCUSA), que señaló a Texas, California, Nueva York y Florida como las principales entidades de recepción en 2024.

Pero la reubicación de refugiados a Estados Unidos «se ha frenado por primera vez en la historia», advierte Jamie Scotti-Everett, directora ejecutiva de Refugee Assistance Alliance (RAA), asociación en Coral Gables, Florida, que apoya a estos extranjeros, como la pareja venezolana.

«Es un momento realmente desafiante para los servicios a refugiados. Hay una narrativa muy hostil alrededor de los refugiados en este momento. Ese no siempre ha sido el caso en Estados Unidos. Históricamente siempre hemos sido un país muy hospitalario con los refugiados», expresa a EFE.

Ante los recortes, RAA organiza una recaudación de fondos para seguir con el apoyo a estas personas porque «nunca habían estado tan marginadas y privadas de sus derechos como están ahora» y «no hay nadie más haciendo este trabajo porque se han quedado sin dinero».

«El discurso político y la polarización afectan profundamente a nuestras familias, nuestra organización y el futuro de la acogida de refugiados. Si organizaciones como la nuestra no siguen abiertas y el asentamiento de refugiados se desmantela por completo, cuando llegue la próxima Administración, todo tendrá que reconstruirse», señala.

Discriminación y empleo, mayores desafíos

La directora ejecutiva de Refugee Assistance Alliance (RAA), Jamie Scotti-Everett, habla con EFE durante una entrevista en Miami (Florida, (EE.UU.). EFE/Alberto Boal

En este contexto, Villegas indica que el proceso de adaptación en Estados Unidos «realmente sencillo no es, si tú no llevas una mano que te ayude».

Lastra es contadora y trabajó 18 años en el Ministerio de Educación de Venezuela, donde la persiguieron por militar en el opositor Voluntad Popular, pero en Estados Unidos está desempleada, mientras que Villegas es ingeniero y ahora labora como chef.

«La discriminación dentro de los empleos también es algo que es un impacto muy fuerte. De hecho, lo demás viene solo porque uno se tiene que encaminar y tiene que corregir todos los percances que le vengan. Como decimos nosotros en nuestro país: para adelante y para allá», manifiesta él.

Este Día Mundial del Refugiado, él pide entender que «ayudar a los refugiados es un gesto de humildad, es salvar muchas vidas» porque salir de Venezuela por la persecución no es algo que deseaban, pero volver no es opción.

«Los refugiados entramos de manera legal acá a Estados Unidos, de hecho, nosotros somos sometidos a una investigación para entrar acá, venimos a trabajar. Sí les solicitamos que nos den una mano amiga porque estamos huyendo, no mi en caso de guerra, pero sí de torturas, persecución, violencia, cárcel», dice Lastra.

Pedro Pablo Cortés