HRW: «Los derechos sexuales son los primeros en ser atacados por Gobiernos autoritarios»

Fotografía de archivo de la directora ejecutiva de la división de mujeres de Human Rights Watch, Macarena Sáez. EFE/Ricardo Maldonado Rozo

Lima, 4 sep (EFE).- Los derechos sexuales y reproductivos son los primeros que están siendo atacados en América Latina por parte de «Gobiernos autoritarios» que buscan «reducir los espacios de autonomía de las mujeres» y «mantenerlas controladas», alertó la directora ejecutiva de la División de Derechos de la Mujer de Human Rights Watch (HRW), Macarena Sáez.

«Lo que vemos primero es un ataque a los derechos sexuales y reproductivos. Y es importante entender que el acceso a la educación sexual inclusiva, a anticoncepción o el derecho al aborto, no son cuestiones que están aisladas sino que tienen que ver con vivir una vida libre de violencia, con la posibilidad de incrementos económicos, salariales u oportunidades de empleo», aseguró Sáez en una entrevista con EFE.

«Es un problema estructural que impacta todos los espacios de autonomía de las mujeres», añadió la abogada chilena.

Sáez aseguró que este «no solo es un problema regional», sino que «hay una tendencia global hacia un incremento de los autoritarismos» y que aunque limitar derechos de ciertos grupos ha sido una característica de estos regímenes a lo largo en la historia, no se había detectado «esta correlación tan clara entre autoritarismo y tendencias antiderechos de mujeres».

Autoritarismos y tendencias antiderechos

«Lo estamos viendo en Estados Unidos con las políticas contrarias al aborto que comenzaron con el primer Gobierno de (Donald) Trump y ahora con una censura muy importante de la educación sexual», mencionó.

«También lo vemos en Argentina y en El Salvador, donde hay una reducción de los espacios que se habían institucionalizado para avanzar hacia la igualdad y la no discriminación», añadió la representante de HRW.

Otros ejemplos, dijo, son la eliminación de los ministerios de la Mujer o vaciar a estas instituciones de presupuesto.

«Porque puedes tener la carcasa, pero si no pones presupuestos para poder avanzar en igualdad y no discriminación, eso significa una regresión. Lamentablemente, en temas de derechos no hay estancamiento, o hay avance o hay regresión», abundó.

Sáez afirmó que estos gobernantes llegaron al poder con agendas para mejorar la economía o la seguridad, pero que una vez que asumieron el cargo hubo «un cambio de foco» que no tiene que ver con esos temas, sino con «reducir los espacios de autonomía y con mantener a las mujeres mucho más controladas que a los varones».

Mayor reacción frente a avances de las mujeres

El objetivo detrás de esto, dijo, es recuperar «el privilegio» que los hombres han ido perdiendo en diferentes ámbitos una vez que las mujeres han ido ganando más derechos.

«A mayor aumento de los espacios de igualdad también es mayor el movimiento de regresión de esos espacios de autonomía, que arriesgan la visión monolítica de un liderazgo fuerte, de una sola voz, de una familia tradicional, donde también hay un solo jefe», explicó.

«El modelo de familia tradicional ha sido un modelo patriarcal, obediente, que es el mismo modelo que defienden los regímenes autoritarios de un presidencialismo muy fuerte, muy personalizado en una sola persona, generalmente un hombre. El modelo se mantiene y a medida que los movimientos de mujeres han desbancado esas estructuras patriarcales, la reacción contraria viene con mayor fuerza también», enfatizó.

Sáez también aseguró que estos «nuevos autoritarismos» lo que están haciendo es «instrumentalizar conceptos que parecen incluso valorables como la protección a la familia o la protección a la niñez» para quitar derechos a las mujeres o a personas LGTBI, pero que luego también empiezan a mermarse derechos en toda la población.

Pese a este escenario, la directora de la División de Derechos de la Mujer de HRW señaló que la solidez de los movimientos de mujeres «hace que el trabajo de regresión de derechos sea mucho más difícil para estos gobiernos autoritarios».

«Estamos más preparados y más conectados a nivel regional y global para poder visibilizar estas regresiones a tiempo, como para que por lo menos se den de manera mucho más lenta, y eso me parece que es una buena noticia», destacó Sáez.