Nueva York, 17 sept (EFE).- La oenegé Human Rights Watch (HRW) instó este miércoles a los Estados miembros que aprovechen el escaparate y la oportunidad de la Semana de Alto Nivel de la ONU, que se desarrollará desde el lunes en Nueva York, para reforzar un sistema multilateral «amenazado de muerte».
El entramado diplomático del que la Asamblea General de la ONU funge como columna vertebral corre el riesgo de desaparecer cuando «Estados poderosos, incluidos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad», cometen o son cómplices de «graves violaciones del derecho internacional humanitario», subrayó Federico Borello, director ejecutivo interino de HRW.
«Las instituciones globales se debilitan cuando los Estados no pagan sus contribuciones a las Naciones Unidas (…) y cuando funcionarios de la Corte Penal Internacional o expertos de la ONU son sancionados por documentar y enjuiciar graves violaciones de derechos humanos», añadió Borello.
EE.UU., responsable del 22 % del presupuesto ordinario de la ONU y de más de una cuarta parte del presupuesto para las operaciones de mantenimiento de la paz, está reteniendo sus contribuciones, y no está claro si reanudará la financiación, cuándo ni en qué medida.
Además, otros países europeos están siguiendo el camino trazado por la Administración Trump, y China, segunda mayor contribuyente al presupuesto general y a las misiones de paz, está retrasando sus pagos.
Foco en Gaza, Ucrania o Sudán
La declaración, que se produjo en una rueda de prensa virtual habitualmente desarrollada por HRW antes de la Semana de Alto Nivel para interpelar a la comunidad internacional sobre las mayores crisis globales del momento, puso el foco este año en las situaciones de Gaza, Ucrania, Sudán, Haití, Afganistán y Birmania, principalmente.
Borello que, como hiciera ayer la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre los Territorios Palestinos Ocupados, se refirió a Gaza como «genocidio» perpetrado por Israel, instó a los Estados miembros que hagan un esfuerzo la próxima semana para convenir en una serie de medidas para tratar de atajar el conflicto.
«El cese inmediato de la venta de armas a Israel; la imposición de sanciones selectivas a los funcionarios responsables de crímenes atroces; la suspensión de los acuerdos comerciales preferenciales con Israel y la prohibición total del comercio con asentamientos ilegales; y pleno apoyo al caso ante la Corte Penal Internacional», enumeró el director ejecutivo interino de HRW.
«Falta de liderazgo, además de déficit financiero»
En la sesión también participó personal de HRW en oficinas regionales, como John Sifton, director de incidencia política para Asia en la citada organización, y quien definió la coyuntura multilateral actual como de «clara falta de liderazgo, además del déficit financiero».
«El Consejo de Seguridad de la ONU es incapaz de hacer nada después de más de tres años de guerra. ¿Qué sentido tiene la ONU en un caso como éste entonces?», dijo Hugh Williamson, de la división de Asia y Europa Central.
Por su parte, desde la oficina de HRW que monitoriza el continente africano, el director Allan Ngari, hizo un llamamiento a los Estados miembros en la Asamblea General de la ONU para que expresen su apoyo a la misión internacional de investigación independiente para Sudán, cuyo mandato está pendiente de renovarse en octubre.
En Sudán, la ONU estima que desde el inicio de la guerra en abril de 2023 entre las Fuerzas Armadas de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), el saldo de desplazados forzados a nivel interno y fuera del país es de más de 13 millones de personas, con decenas de miles de muertos a un nivel que ni siquiera han podido contabilizar con precisión.