Barcelona, 9 sep (EFE).- Representantes de países y organizaciones iberoamericanas han enarbolado este martes en Barcelona los derechos culturales como «la bandera para salvar» la democracia en un momento de «crisis» y «combate cultural».
Las ‘Jornadas de Derechos Culturales y Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible’, celebradas en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), acogen hasta mañana miércoles a representantes de Estados y de instituciones iberoamericanas para dialogar sobre este tipo de libertades, asociadas a la participación sin censura en la vida cultural de un país o de una sociedad.
«El debate cultural está ahí: (…) emitir los derechos culturales como la bandera para salvar nuestras democracias, espacios colectivos y diversidad cultural», ha verbalizado el secretario de Cultura del Gobierno central, Jordi Martí, en una mesa redonda.
El individuo por encima de la colectividad
El exteniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona ha señalado que «en todos los conflictos», «ataques» a la democracia y «genocidios» hay una «base cultural» detrás.
«Hay una cultura ahí que hay que combatir, que es la cultura que pone al individuo por encima de la colectividad, que puede decir que una cultura es superior a otra», ha aseverado Martí, que considera que los derechos culturales deben servir de «sutura» de las heridas causadas por estos «males».
El secretario ejecutivo del Ministerio de Cultura de Brasil, Márcio Tavares, ha asegurado que la «crisis de la democracia» también se relaciona con una «crisis de respuesta a las demandas de la gente», por lo que ha recordado la importancia de que las políticas culturales contemplen «hechos concretos» que cubran las necesidades de la ciudadanía.
Así, ha apostado por que la «visión» que Iberoamérica aporte en la Conferencia Mundial de la Unesco Mondiacult 2025, que se celebrará en Barcelona del 29 de septiembre al 1 de octubre, entienda y defienda los derechos culturales como «una agenda de democratización de las sociedades».
La «deuda» del Estado español con Latinoamérica
Martí, que ha opinado que el Estado español y «los descendientes de los españoles» tienen una «deuda» con los pueblos originarios de América Latina, ha propuesto una visión del concepto de derechos culturales que «incorpore la diversidad» y estas sociedades, así como «esas relaciones coloniales que generaron dolor», en la programación y los discursos de «los grandes museos nacionales».
De hecho, ha reconocido que es «fundamental» el reconocimiento de estos pueblos y su historia, y ha interpelado a los representantes de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, Ciencia y Cultura (OEI) para que se plantee la posibilidad de que, «en cualquier foro, estuvieran representadas esas más de 300 lenguas» que se hablan en Iberoamérica.
«España tiene una responsabilidad histórica, más allá de los lazos que nos unen, también de las injusticias que se esconden en nuestra historia, para recomponer, garantizar y reconocer la diversidad lingüística de nuestro espacio, también la española», ha aseverado Martí.
Un ODS cultural para «pasar del combate al debate»
Por otra parte, los ponentes han defendido la necesidad de que la cultura tenga un objetivo de desarrollo sostenible (ODS), una de las metas que persigue el Mondiacult 2025, que reunirá en la capital catalana a unos 150 ministros y viceministros de este ámbito de todo el mundo.
«No tener un ODS vinculado a la cultura es olvidarse de lo fundamental para que las cosas realmente se transformen de una manera profunda y podamos pasar del combate al debate», ha advertido Martí.
En las palabras de bienvenida previas a la mesa redonda, el director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), Antón Leis, ha defendido la tarea realizada a pesar de no tener un ODS específicamente cultural, así como el «valor instrumental» de la cultura para afrontar otros retos.