Madrid, 25 sep (EFE).- La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, ha pedido «disculpas a todas aquellas mujeres supervivientes de la violencia machista que se están sintiendo inquietas» por el funcionamiento del sistema Cometa de pulseras de control telemático de agresores machistas.
Este jueves, Martínez Perza ha comparecido en el Congreso de los Diputados, ante la Comisión de seguimiento y evaluación de los acuerdos del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género, para dar explicaciones sobre las incidencias registradas en este sistema.

«Quiero dirigirme personalmente a cada una de ellas -las víctimas- para pedirles disculpas por el ruido generado por los dispositivos Cometa y para poner a su disposición a la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género a través de nuestro personal de las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno», ha señalado Martínez Perza.
Tras insistir en varias ocasiones en que el sistema de pulseras funciona y que las incidencias detectadas no han puesto en riesgo a las víctimas, ha advertido de que se trata de un asunto de «enorme sensibilidad» y de que la seguridad de las víctimas «está por encima de todo», por lo que, ha dicho, «no se pueden dar informaciones que, por imprecisas», produzcan inseguridad y alarma social.
«La protección de las mujeres no se han interrumpido», ha sostenido, para denunciar que se han suscitado dudas y preocupaciones sobre el funcionamiento de Cometa a partir de «informaciones inexactas y a veces manifiestamente falsas», ha criticado.
Martínez Perza ha acudido al Congreso para «rendir cuentas» y dar explicaciones «claras, rigurosas y transparentes» que ayuden a crear confianza y disipar dudas sobre «un sistema que funciona».
La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género ha querido trasladar a las víctimas: «Su sufrimiento es mi sufrimiento y quiero que lo sepan. Su bienestar y su seguridad es lo que nos mueve y por lo que trabajamos a diario en esta Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género. Ellas son lo que nos mueve, lo que nos preocupa y ellas son la razón de ser de esta Delegación», ha defendido.
Tras la intervención de Martínez Perza, tanto el PP como ERC se han quejado de que no haya sido la ministra de Igualdad, Ana Redondo, quien haya acudido a dar las explicaciones pertinentes.
La diputada del PP Marta González ha exigido la dimisión de Redondo por considerar que «ni está capacitada, ni es éticamente digna» de continuar siendo ministra y la ha acusado de negligencia, ineptitud, ocultación, cobardía y de mentir en el tema de las pulseras.
«No se puede hablar de feminismo, mientras se protege a las mujeres con pulseras de saldo; no se puede hablar de justicia, mientras se libera a los maltratadores por errores del sistema; y no se puede hablar de compromiso con las mujeres cuando se está ignorando su sufrimiento. Por todo ello, hay una responsabilidad política y ética innegable, que hace que tengan que irse ya», ha aseverado.
También Vox ha pedido la dimisión de Redondo y de Martínez Perza por contratar un servicio que, ha asegurado, tiene fallos, y el Gobierno lo niega.
Júlia Boada (Sumar) ha exigido «toda la información y transparencia para entender qué ha fallado» y garantizar que estos fallos no se vuelvan a producir, mientras que el diputado del PNV Joseba Andoni Agirretxea le ha dicho a la delegada que «el no dar información a tiempo y el no sonrojarse una vez es negativo, porque genera dudas y desconfianza.
«Disconformidad y molestia» es lo que ha expresado la diputada de ERC por el hecho de que Redondo no estuviera este jueves rindiendo cuentas ante el Parlamento, teniendo en cuenta que «hacía meses que había quejas» de las pulseras. La respuesta de Redondo a esta crisis, ha dicho, no ha estado «a la altura de una ministra feminista, implicada, preocupada y proactiva en la resolución de problemas».
Incluso la socialista Milena Herrera ha lamentado que las diputadas podrían haber «estado mejor informadas» y ha enfatizado que hay que conseguir que «los fallos y los errores puntuales se reduzcan al mínimo».
Desde Podemos, Javier Sánchez le ha pedido al Ministerio que no cometa errores, pero que tampoco se deje «amedrentar por las presiones de la derecha política y judicial».










