Illa recibirá a los presidentes autonómicos consolidado tras pasar página del ‘procés’

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, en una imagen de archivo. EFE/David Borrat.

Martí Puig i Leonardi

Barcelona, 4 jun (EFE).- Barcelona acoge este viernes la XXVIII Conferencia de Presidentes con el independentismo en sus horas más bajas -sin el control de la Generalitat ni mayoría en el Parlament, aunque sí es decisivo en Madrid- y con un Govern de Salvador Illa consolidado después de haber pasado página del ‘procés’.

Lejos quedan el Consejo de Ministros celebrado en 2018, en una capital catalana blindada, y aquel «La república no existe, ¡idiota!» lanzado por un agente de los Mossos a un manifestante.

También quedan atrás las concurridas manifestaciones de rechazo a la monarquía durante las visitas de Felipe VI a Cataluña, así como los desplantes institucionales al rey por parte de los dirigentes independentistas y la entonces alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Con un independentismo menos visible en la calle y en las instituciones, Cataluña se ha teñido ahora de rojo socialista: el PSC controla la Generalitat, ostenta 132 alcaldías y gobierna en tres de las cuatro diputaciones catalanas.

Sin política de bloques tras más de una década

Falta, para cerrar el ciclo del ‘procés’, que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre la amnistía, para dirimir si los dirigentes independentistas todavía inhabilitados pueden volver a presentarse a las elecciones -es el caso de Oriol Junqueras- y si aquellos que siguen instalados lejos de España -como Carles Puigdemont- tienen vía libre para regresar.

ERC dio un paso que supuso un punto y aparte en la política catalana: actores fundamentales de la aceleración independentista desde la presidencia de Artur Mas, los republicanos decidieron en agosto de 2024, sumidos en una fuerte crisis interna, dar por finalizada la política de bloques y pactar con el PSC.

Tomó entonces las riendas de la Generalitat el primer president no independentista desde 2010 y, diez meses después, el socialista Salvador Illa llega reforzado a la Conferencia de Presidentes tras cerrar un acuerdo presupuestario con sus socios de investidura -ERC y Comuns- que han avalado también las principales organizaciones sindicales y empresariales.

Restablecimiento de relaciones con la Casa Real

Illa marcó distancia con sus antecesores ya desde las primeras semanas de mandato al escenificar el restablecimiento de relaciones con la Casa Real -tras nueve años sin reuniones entre el rey y un presidente catalán-, participando en los actos del 12 de octubre -en este caso, tras 14 años- o colocando nuevamente la bandera española en su despacho.

El president es poco amante de polémicas: en el Parlament solo se le ha visto elevar el tono ante la extrema derecha -ya sea Vox o Aliança Catalana- y fuera de la cámara catalana son conocidos sus esfuerzos por morderse la lengua cuando le preguntan por las opiniones de su homóloga madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

Illa proclama que «Cataluña ha vuelto» y, para trasladar este mensaje, ha pronunciado conferencias económicas en Barcelona, Madrid y Bruselas, además de iniciar una ronda con presidentes autonómicos que por el momento le ha llevado a Canarias, Navarra y Aragón.

Más ‘procés’ en Madrid que en Barcelona

Illa se apoya en ERC y Comuns para sacar adelante sus políticas y afirma que estas son las alianzas que le gustaría mantener hasta el fin de la legislatura, descartando acercarse a Junts más allá de ocasiones puntuales.

Plenamente instalado en la oposición en el Parlament, Junts sí es determinante para tejer mayorías en el Congreso, igual que lo es ERC, lo que provoca que el ‘procés’ parezca hoy en día más vivo en Madrid que en Cataluña.

La agenda de la política catalana, por contra, viene marcada por la crisis de la vivienda -la cuestión en la que más está insistiendo Illa-, mientras que los reclamos de independencia han dejado paso a la negociación con el Estado principalmente en dos frentes: la financiación singular y el traspaso de Rodalies, los trenes de cercanías.