La Paz, 25 jun (EFE).- La realización de talleres lúdicos e inclusivos para niños con capacidades diferentes es parte de una estrategia puesta en marcha por el Museo Nacional de Arte (MNA) de Bolivia para democratizar el acceso a las artes, además de fomentar la creatividad y el amor por el patrimonio cultural del país.
Los talleres se imparten en la sala ‘Munay’, amar en quechua, un espacio lúdico y didáctico que el MNA inauguró en abril pasado para que «personas de todas las edades», sobre todo niños, puedan «interactuar con el arte», explicó a EFE el responsable de Pedagogía del museo, Marcelo Maldonado.
Según Maldonado, cuando uno va a un museo tal vez «se queda con la sensación de que solamente ha sido un visitante o un observador, pero a través de este espacio que es accesible a todos se puede también despertar la creatividad artística».
«Y la apuesta es hacer estos procesos de formación de públicos para que más gente esté interesada en los bienes culturales del arte boliviano y también en la producción artística que es tan importante, porque el arte es un canal, es un dispositivo de expresión, de sentimientos, de ideas y de todos los elementos importantes para una sociedad», indicó.
El pedagogo precisó que el espacio está abierto a los colegios de educación regular de La Paz y también a los centros de formación para personas con discapacidad, algo que es «muy significativo», ya que el acceso de estos segmentos a los museos es limitado «porque no hay la accesibilidad, no hay los medios, no hay los dispositivos».
«Entonces, el MNA quiere constituir estos dispositivos, ver los medios de accesibilidad y abrir el arte a una experiencia lúdica, didáctica y divertida», agregó.
Así, dentro de la estrategia del MNA para la formación de públicos de todas las edades, el repositorio empezó a impartir talleres a diferentes segmentos y con temáticas como la pintura, las artes plásticas, la música o el teatro.
Desde la apertura de la sala en abril, se realizaron cuatro talleres, uno con niños de Aldeas Infantiles SOS, otro con menores con discapacidad visual y baja visión, y el tercero para chicos de zonas periféricas.
Arte inclusivo

El más reciente, efectuado hace unos días, fue el ‘Taller de incursión a las artes’ y tuvo como protagonistas a estudiantes de la Unidad Educativa Voces Vitales, un colegio con una población «del 50 % de niños con capacidades distintas y el 50 % de estudiantes regulares», indicó a EFE su directora ad honórem, Patricia Flores.
«Estamos convencidas de que el arte es una gran ventana de conocimiento, de exploración a la creatividad, a la sensibilidad. Les da herramientas extraordinariamente maravillosas para canalizar muchos de sus talentos, de sus estados de ánimo», destacó Flores.
Con edades entre los 7 y 11 años, los niños participantes en el taller reciente cursan primaria y secundaria, algunos tienen autismo en distintos grados y otros Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
La artista Adriana Panozo estuvo encargada de guiar a los menores en la experiencia para pintar con acuarelas sobre tela de yute réplicas de las obras ‘Grupo de Músicos’, del artista boliviano Gustavo Riveros Tejada, y ‘Gatos’, de J.Murillo, que luego fueron embellecidas con lanas de colores, materiales provistos por el museo.
Mientras los pequeños artistas pintaban, Panozo dialogó con ellos sobre los colores primarios, secundarios y terciarios, y les explicó sobre técnicas plásticas y el uso de instrumentos como los pinceles y paletas, además de mencionar a algunos exponentes del arte boliviano.
El museo, que depende de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB), prevé realizar hasta una treintena de talleres hasta final de año.
«Lo que el MNA quiere es que la sociedad paceña, boliviana, de todos los espacios, sectores, con diferentes capacidades se apropien de este lugar y lo vean como un lugar donde refugiarse, aprender y conocer de arte», concluyó Maldonado.
Gina Baldivieso
