Nuuk (Groenlandia), 12 mar (EFE).- El centrista Naleraq, el partido que aboga por una independencia rápida de Dinamarca, encabeza el recuento de las elecciones autonómicas en Groenlandia con el 30 %, escrutados dos quintas partes de los votos.

Esas cifras provisionales, que no incluyen los decisivos votos de Nuuk (la capital), supondrían duplicar las obtenidas en los anteriores comicios de 2021 y un vuelco en el panorama electoral de esta isla ártica, objeto del interés de Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, ha reiterado varias veces en las últimas semanas su deseo de adquirirla.

El liberal Demokraatit sería segundo con el 24,5 %, seguido por el socialdemócrata Siumut, con el 21 %, y el socialista Inuit Ataaqatigit (IA) del presidente Múte B. Egede, que perdería más de la mitad de sus apoyos y caería al cuarto puesto con el 14,2%.
El liberal Atassut experimentaría una ligera subida hasta el 8 %, mientras que el Qulleq, una nueva fuerza independentista radical, se quedaría fuera del Inatsisartut (Parlamento).
La jornada electoral ha estado marcada por altas cifras de participación parciales en varias localidades, que en el caso de Nuuk obligaron a ampliar en media hora el horario de cierre de los colegios electorales.
De confirmarse este resultado, sería la primera vez en 46 años de autonomía que no ganan las elecciones ni el Siumut -tradicional fuerza histórica- ni el IA, los únicos partidos que han encabezado ejecutivos en Groenlandia y que gobernaron juntos los tres últimos años bajo el liderazgo de Egede.
Tanto esas dos fuerzas políticas como Demokraatit apuestan por una independencia a medio o largo plazo, buscando primero crear una base económica de un territorio que depende en gran medida de la ayuda de Dinamarca -que aporta un 40 % de los ingresos totales- y de la pesca, que supone el 90 % de sus exportaciones.
Todas las formaciones parlamentarias han criticado durante la campaña las declaraciones de Trump, que ha prometido inversiones “billonarias” en la isla si se une a Estados Unidos, una opción que rechaza el 85 % de los groenlandeses, según un sondeo de hace varias semanas.
El Naleraq, que podría haberse beneficiado también de su oposición a una polémica ley sobre pesca, defiende firmar un tratado de libre asociación con Estados Unidos a cambio de seguridad y de dinero, sin descartar acuerdos con Dinamarca u otros países nórdicos.
Tanto Demokraatit como el Naleraq son dos fuerzas creadas en este siglo -el segundo, con apenas una década de existencia-, mientras que los otros tres son partidos históricos surgidos a finales de los años 70.
Groenlandia cuenta desde 2009 con un nuevo Estatuto de Autonomía que incluye el derecho de autodeterminación mediante un referendo, cuyas condiciones deberían ser negociadas con Dinamarca.