(Actualiza con detalles de la reforma y contexto)
Yakarta, 20 mar (EFE).- Indonesia, la tercera mayor democracia del mundo, aprobó este jueves una polémica reforma legislativa para ampliar el acceso de militares en activo a puestos civiles, pese al rechazo de ONG y grupos estudiantiles, que la denuncian como un paso atrás en el proceso democrático emprendido en las pasadas décadas.
La reforma de una ley militar de 2004 fue aprobada poco después de que comenzara la sesión para su voto en el Parlamento en Yakarta, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad en el complejo, alrededor de las 10:00 hora local (3:00 GMT), y amplía el acceso de militares en activo a puestos en varios organismos públicos.”A la vista de los cambios geopolíticos (…), el Ejército debe transformarse para apoyar al estado en su defensa de amenazas convencionales y no convencionales”, dijo hoy el ministro de Defensa, Sjafrie Sjamsoeddin, al anunciar la aprobación de la reforma en el Parlamento, dominado por partidos afines al presidente, el exgeneral Prabowo Subianto.”Como país soberano, la República de Indonesia debe tener una estrategia de defensa realista que le permita sobrevivir”, añadió.Grupos estudiantiles y ONG convocaron protestas para este jueves y habían pedido al Gobierno indonesio que paralizara la reforma, entre ellos Human Rights Watch, que acusó al dirigente de disponerse “a restaurar el papel del Ejército en asuntos civiles, lo que durante mucho tiempo estuvo caracterizado por amplios abusos e impunidad”.Los militares tendrán acceso al menos a cinco organismos públicos más, entre ellos los que gestionen medidas antiterrorismo y la seguridad marítima, y a la Oficina de la Fiscalía General, que se suman a la decena de instituciones en las que ya podían ejercer sin necesidad de abandonar su puesto o jubilarse, en sectores como ciberseguridad, narcóticos o tareas de rescate.La revisión final, que ha eliminado algunos organismos a petición de ONG, también amplía la edad de jubilación de los militares, hasta los 60 en el caso de oficiales de medio y alto rango, y los 63 para soldados condecorados con el máximo de cuatro estrellas, con posibilidad de aumentar a los 65 bajo aprobación presidencial.Retroceso democrático”Esta ley no es solo sobre el Ejército ocupando puestos civiles. Es sobre las fuerzas armadas obteniendo más libertad para gestionar la economía y nuestras vidas”, subraya un comentario divulgado en redes sociales del que se hicieron eco varias organizaciones.El Instituto para la Ayuda Legal de Indonesia advirtió que la revisión legislativa “devuelve al país 30 años atrás”, en referencia a la era del dictador Suharto, acusado de graves violaciones de derechos humanos durante su mandato (1967-1998).Los detractores de la reforma subrayan que evoca una práctica habitual del régimen de Suharto, por la que militares en activo ocupaban puestos gubernamentales clave, conocida como “dwifungsi” en bahasa indonesio o “funciones duales”, y que fue abolida en 1998 tras la caída del dictador.Amnistía Internacional y otras ONG advirtieron esta semana en una declaración conjunta que “el Ejército está entrenado, educado y preparado para la guerra, no para puestos civiles”.Yerno del fallecido Suharto, el exgeneral Prabowo Subianto, de 73 años, ganó las elecciones del pasado año tras lavar su imagen en una campaña favorecida por el apoyo de su predecesor, el popular Joko Widodo.Acusado hace décadas de violaciones de derechos humanos, su elección supuso el regreso de un dirigente con perfil militar al país con más musulmanes del mundo tras la excepción de Widodo, el único mandatario del archipiélago que no provenía de los círculos tradicionales del poder.Desde su nombramiento en octubre de 2024, Prabowo, exministro de Defensa, ha ido dando pasos para reforzar el papel del Ejército en el Gobierno, nombrando a militares para puestos estragéticos, como en el caso de su asesor personal, el general Teddy Indra Wijaya, o para la dirección de la agencia nacional de alimentos. EFEsh-pav/raa/ig(foto) (video)