Yakarta, 6 may (EFE).- Indonesia ha comenzado a enviar a cuarteles militares a adolescentes “indisciplinados” en la provincia de Java Occidental, como parte de un plan educativo que aspira a ser nacional, en medio de críticas al Gobierno del exgeneral Prabowo Subianto por la militarización de las instituciones.
El programa, por el que unos 70 menores ya están internados en cuarteles militares, según el medio local Tempo, se puso en marcha el pasado viernes y acoge a menores de entre 12 y 15 años de edad.
El gobernador de Java Occidental, Dedi Mulyadi, promovió esta iniciativa, asegurando que mejorará la disciplina estudiantil, siempre con el consentimiento previo de los tutores de los adolescentes.
Se trata, dijo, de “centros de entrenamiento” en los que los jóvenes, involucrados en conflictos o con adicción al tabaco y otras drogas, recibirán durante seis meses orientación de parte de varios instructores.
El ministro de Derechos Humanos de Indonesia, Natalius Pigai, dijo este martes que la medida no supone ninguna violación de las leyes que protegen a los menores.
“Se trata de educar a menores indisciplinados. Se les brindará educación sobre su salud mental, carácter y disciplina (…) Quiero enfatizar que no existe violación de derechos humanos, porque no existe castigo corporal”, sostuvo.
Adelantó que Indonesia, la nación con la mayor población musulmana del mundo, estudiará la implementación de un modelo similar a escala nacional y “de forma masiva”.
Por su parte, el gobernador de Java Occidental insistió hace días en que esta medida era necesaria, ante un supuesto aumento de “bandas de motociclistas” delictivas, conformadas por jóvenes en edad escolar en esta región de cerca de 50 millones de habitantes.
La iniciativa se produce después de que en marzo miles de indonesios salieran a las calles a protestar contra una reforma legislativa que amplía el acceso de militares en activo a puestos civiles.
Los detractores de la reforma denunciaron que supone un paso atrás en el proceso democrático emprendido en las pasadas décadas, tras el fin de la dictadura militar de Suharto (1967-1998).
Yerno del fallecido dictador, Prabowo Subianto ganó las elecciones del pasado año tras lavar su imagen en una campaña favorecida por el apoyo de su predecesor, el popular Joko Widodo.
Acusado hace décadas de violaciones de derechos humanos, su elección supuso el regreso de un dirigente con perfil militar al país tras la excepción de Widodo, que no provenía de los círculos tradicionales del poder.