La Paz, 11 abr (EFE).- La Cámara Nacional de Industrias (CNI) de Bolivia y la Cámara Departamental de Industrias de La Paz (Cadinpaz) advirtieron pérdidas millonarias por la huelga de conductores que se mantuvo este viernes por segundo día en rechazo a la posibilidad de revertir el aumento de tarifas del transporte público.

Ambas instituciones expresaron su «mayor preocupación» por la huelga de los choferes que está «paralizando y asfixiando las actividades económicas paceñas».

«Resultados de los bloqueos del sector de transporte que obstaculizan la producción y comercialización de bienes y servicios, la economía de La Paz se ve perjudicada en 30 millones de dólares por día. El sector industrial se ve afectado en 4 millones de dólares por día», dice un comunicado de prensa.
La CNI explicó que más de 13.000 empresas y más de 150.000 obreros del sector industrial de La Paz «se ven seriamente perjudicados en el normal desempeño de sus actividades laborales», situación que afecta «en el descenso en la producción y la falta de provisión de bienes a los mercados locales y nacionales».
«La conflictividad social en La Paz esta ahuyentando a las iniciativas empresariales hacia otros departamentos y al exterior del país, reduciendo las inversiones y la generación de empleo formal», señalaron los industriales.
El sector exhortó al diálogo entre conductores y autoridades municipales para «evitar los altos costos que significan para los trabajadores, familias y empresas», así también lamentó que la imagen de La Paz, como destino de inversiones, producción, turismo y otros (se ve deteriorada a nivel nacional e internacional».
Los choferes del transporte público cumplen esta jornada su segundo día de huelga, con corte de las calles y avenidas de la ciudad, especialmente en las laderas y sectores alejados.
Los manifestantes intensificaron este viernes los bloqueos y en algunos lugares asumieron actitudes violentas contra algunos vecinos y otros conductores de transporte libre y privado, mientras que en el centro histórico de La Paz se desplegaron policías antimotines para impedir el corte de calles.
Los sindicatos de conductores de transporte público de La Paz, sede también del Parlamento de Bolivia, protestan contra la intención del Concejo Municipal de revertir el aumento de las tarifas del transporte público que rige desde febrero en la ciudad.
Además, piden la renuncia de la presidenta del Concejo Municipal, Lourdes Chambilla, que promueve una norma municipal para revocar ese incremento de tarifas dispuesto por el alcalde de La Paz, Iván Arias, tras negociaciones con los transportistas.
Al iniciar la tarde, los conductores decidieron hacer una pausa en la huelga y anunciaron que el lunes volverán a cercar el Palacio Consistorial, para impedir que se instale la sesión del concejo en la que se busca aprobar la cuestionada norma.
Los usuarios del transporte sindicalizado protestan con frecuencia porque los vehículos que prestan estos servicios son antiguos, carentes de mantenimiento o han sido modificados en forma precaria para movilizar más pasajeros en espacios pequeños.
La movilidad en La Paz es complicada porque la ciudad está enclavada en medio de montañas y atravesada por calles empinadas y angostas, vías troncales generalmente colmadas sobre todo por vehículos de tipo minibús.