Inflexión en el envío de residuos plásticos a países en desarrollo, que subió en 2023

EFE/EPA/MADE NAGI/Archivo

París, 7 may (EFE).- Las exportaciones de basuras y residuos plásticos a países en desarrollo crecieron en 2023, lo que significa un cambio de tendencia respecto a los años anteriores, cuando se habían puesto en marcha una serie de barreras para evitar derivar a las naciones pobres un problema de gestión medioambiental.

En un informe publicado este miércoles, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destaca que esa inflexión en los flujos de esos residuos plásticos se produjo aunque el volumen global de intercambios siguió descendiendo ese año -el último para el que se han actualizado los datos-, en concreto un 3,4 % respecto a 2022.

Hay que tener en cuenta que entre 2014 y 2023 los intercambios en el mundo de esa material altamente contaminante y difícil de reciclar y gestionar han disminuido casi la mitad, debido sobre todo a un control a las importaciones impuesto por China en 2018, que hizo que se hundieran las entradas allí ese año a 1 millón de toneladas, frente a 9,4 millones en 2017.

Además, se adoptaron unas enmiendas a la Convención de Basilea sobre los Movimientos Transfronterizos de Residuos Peligrosos con un mecanismo de control que entró en vigor en 2021 y que recortó el flujo en dirección de países en desarrollo.

Sin embargo, después de años de caída los envíos de los países de la OCDE a los que no forman parte de este bloque de desarrollados subieron en 2023 un 15 % (0,22 millones de toneladas adicionales), mientras que el comercio en el interior de este grupo descendió un 2 % (0,12 millones de toneladas).

Malasia se convirtió así en 2023 con 0,61 millones de toneladas en el principal destino mundial, al adelantar a Países Bajos (que en realidad es una plataforma de reexportación), con poco más de 0,5 millones.

Vietnam e Indonesia, que tampoco forman parte de la OCDE, también recibieron importantes flujos y se convirtieron en quinto y sexto mayor importador, respectivamente, por detrás de Alemania y Turquía, pero por detrás de España, que pasó a la séptima posición mundial.

Los países europeos de la OCDE recibieron 3,1 millones de toneladas en 2023, frente a los 2,7 millones en 2017, lo que ilustra un desplazamiento en esos años de los flujos que anteriormente iban dirigidos esencialmente a países asiáticos.

Los principales exportadores ese año en el bloque de desarrollados fueron Alemania, Japón, Países Bajos, Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Bélgica y España.

España, que fue el segundo miembro de la OCDE que más incrementó las exportaciones en 2023 en volumen (casi 0,09 millones de toneladas más, hasta 0,22 millones), sólo por detrás de Estados Unidos, llevó sus residuos principalmente a Malasia (43 % del total), Turquía (14 %) y Vietnam (8 %).

Las importaciones a la OCDE progresaron ese ejercicio pero muy moderadamente, para llegar a 4,8 millones de toneladas, frente a 4,7 millones en 2022 y los principales receptores fueron Países Bajos, Turquía, Estados Unidos, Alemania, Bélgica y España, donde disminuyeron ligeramente a poco más de 0,2 millones de toneladas.

En términos relativos, las exportaciones de los países de la OCDE pasaron de ser el 67 % del total mundial en 2014 al 91 % en 2023, mientras que como conjunto pasaron en ese periodo de recibir un 20 % de las importaciones al 66 %.