Redacción Deportes, 21 ago (EFE).- La X edición de la Copa del Mundo femenina de rugby arranca este viernes en el ‘Stadium of Light’ de Sunderland con un desigual duelo entre Estados Unidos e Inglaterra, anfitriona y principal aspirante a destronar a Nueva Zelanda, ganadora de seis de los siete últimos títulos.
Las inglesas, subcampeonas en los dos últimos mundiales, vencedoras en 2014 y dominadoras absolutas en Europa al haberse adjudicado el VI Naciones en los siete últimos años con pleno de victorias, no deberían tener problemas para doblegar a un equipo estadounidense que busca reverdecer los laureles de los años noventa, cuando ganó la edición inaugural de la Copa del Mundo.
Más allá de Inglaterra y Nueva Zelanda, es complicado atisbar alguna otra selección con opciones, puesto que Francia -que se quedó a un tiro a palos de derrotar a Nueva Zelanda en su propio campo en la semifinal de 2021 y a un punto de vencer a Inglaterra en Londres en el pasado VI Naciones- atraviesa una crisis en su vestuario y parece más cerca de perder el tercer puesto frente a Canadá que de inquietar a las dos favoritas.
En cualquier caso, las cuatro selecciones mencionadas son las cabezas de serie y las que, previsiblemente, disputarán las semifinales de un torneo con 16 participantes divididas en cuatro grupos, cuyos dos primeros clasificados al término de la fase de liguilla jugarán los cuartos de final.
El grupo A, el de Inglaterra y Estados Unidos, lo completan Samoa y Australia; Canadá encabeza el grupo B, en el que competirá contra Fiyi, Gales y Escocia; la archifavorita selección neozelandesa figura en el grupo C junto a España, su rival del domingo, Japón e Irlanda; y Francia debería liderar el grupo D, puesto que parece muy superior a Sudáfrica, Brasil e Italia.
Ausente en la última edición, Nueva Zelanda 2021, la selección española vuelve a una Copa del Mundo con la aspiración -casi quimérica- de jugar unos cuartos de final que no disputa desde que fuera anfitriona en 2002, para lo que deberá batir a Japón y a una Irlanda frente a la que perdió por sólo dos puntos hace menos de dos años.
El equipo que dirige Juan González Marruecos, inexperto en lides mundialistas pero invicto en las cuatro últimas ediciones del Campeonato de Europa, deberá mostrar su progresión de las últimas campañas, en las que ha logrado victorias de prestigio frente a rivales de primer nivel como Fiyi.