Alicante, 5 jun (EFE).- La Guardia Civil ha aprehendido, en dos actuaciones distintas, 250 kilogramos de pescado ilegal en menos de un mes en la localidad alicantina de Santa Pola, cuyos infractores se enfrentan a sanciones que pueden ascender hasta los 60.000 euros.

En una de las intervenciones se requisaron 140 kilos de pulpo de roca inmaduro, que pretendían sacar del puerto sin cumplir con los requisitos establecidos para su venta irregular, y en la otra, 110 kilogramos de pulpo, gallina y morralla adquiridos de forma irregular por un establecimiento de restauración, según un comunicado del instituto armado.
Al responsable de ese restaurante se le podría imputar un delito contra la salud pública por ofrecer en su carta platos elaborados con producto de esta índole, señala la nota de prensa.
En la inspección llevada a cabo en ese local, los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) localizaron varios arcones congeladores en los que almacenaban el producto pesquero para la elaboración de los menús del restaurante que no llevaba ningún tipo de etiquetado.
Las etiquetas deben contener el número de lote, el origen y la fecha de congelación y de vida útil, entre otros datos.
Además, el responsable del negocio no pudo acreditar el origen de los productos almacenados a través de ningún otro tipo de albarán o documento de adquisición, ya que «lo compraba de forma irregular, directamente a los pescadores, sin pasar por la primera venta en la lonja», según el comunicado de la Guardia Civil.
En este almacén, el Seprona descubrió también varios envases de pulpo semidescongelado. Tras el muestreo realizado, se comprobó que muchos ejemplares eran inmaduros, cuya captura y comercialización está prohibida.