Investigado un hombre de 43 años por el incendio de Ibi (Alicante) que quemó 185 hectáreas

Fotografía de archivo de una vista de los daños producidos por el incendio forestal declarado en el paraje San Pascual de Ibi (Alicante). EFE/ Pablo Miranzo

Alicante, 28 jul (EFE).- Un hombre de 43 años ha quedado en situación de investigado como presunto causante del incendio forestal que a mediados de julio quemó 185 hectáreas entre Ibi y Alcoy (Alicante), muchas de ellas dentro del parque natural de la Font Roja, un espacio de alto valor ecológico.

Según han informado a EFE fuentes de la investigación, este individuo se hallaba en la finca rural que regenta la comunidad religiosa Cenáculo, enclavada dentro del paraje de San Pascual de Ibi, donde los agentes del Seprona de la Guardia Civil y medioambientales de la Generalitat Valenciana han hallado residuos vegetales, restos de quemas mal apagadas y vertidos de cenizas «sin ningún tipo de control ni barrera de protección contra incendios».

Ese día, el viernes 18 de julio, había decretado un nivel de emergencia extremo por el riesgo de incendios forestales y, por el rápido avance de las llamas en una jornada de intenso viento de poniente y baja humedad relativa, actuaron durante varios días de una decena de medios aéreos, además de más de un centenar de efectivos de los bomberos y brigadas forestales y una sección de 88 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

El instituto armado ha señalado este lunes que al individuo se le atribuye un supuesto delito de incendio forestal imprudente que afectó zonas de gran valor medioambiental como el referido parque natural de la Font Roja y el municipal Sant Pascual-Torretes, ambos integrados en la Red Natura 2000 como zonas de especial protección para las aves (ZEPA).

El incendio arrancó sobre las 13 horas y desde el primer instante se sospechó que el foco del fuego se localizaba en esa finca rural del Cenáculo cercana a la masa forestal.

En la mañana del 19 de julio, una segunda inspección conjunta del Seprona y los agentes de la Generalitat ya permitió determinar que el incendio fue provocado por el vertido de cenizas aún candentes y depositadas días antes, que entraron en combustión al entrar en contacto con material vegetal seco.

La investigación condujo a un varón del que se cree que vertió los restos de forma negligente, una conducta que, ha recordado la Guardia Civil, está tipificada en el artículo 352 del Código Penal, que recoge penas de prisión y elevadas sanciones económicas para quienes, por imprudencia grave, provoquen incendios forestales que afecten a espacios protegidos o pongan en peligro vidas humanas o bienes.