Investigadores abren una posible vía para la prevención del cáncer de páncreas

Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha encontrado el mecanismo por el que una variante genética aumenta el riesgo de padecer cáncer de páncreas, lo que abre una posible vía para la prevención de este tipo de cáncer; en la imagen, los investigadores que han participado en el trabajo. Fotografía facilitada por el CNIO. EFE

Madrid, 5 jun (EFE).- Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha encontrado el mecanismo por el que una variante genética aumenta el riesgo de padecer cáncer de páncreas, lo que abre una posible vía para la prevención de este tipo de cáncer.

El cáncer de páncreas está en aumento, y en menos de una década podría convertirse en la segunda causa de muerte por cáncer a escala global, según ha señalado el CNIO en una nota de prensa difundida este jueves.

Una de las razones es que no se sabe cómo detectarlo precozmente, y por tanto se suele diagnosticar cuando la enfermedad está ya en fases avanzadas, por lo que la oncología trata de entender qué precede al cáncer de páncreas, para tratar de prevenirlo o diagnosticarlo en fases muy tempranas, ha precisado Francisco Real, jefe del Grupo de Carcinogénesis Epitelial del CNIO.

Real ha presentado junto a su equipo un hallazgo que podría ayudar a identificar grupos de riesgo de cáncer de páncreas, personas sobre las que concentrar los esfuerzos de prevención y detección precoz y entender cómo hacerlo. Los resultados de su trabajo se han publicado en la revista Gut.

En concreto, el grupo del CNIO ha identificado un nuevo mecanismo que podría contribuir a explicar cómo una variante genética en un gen (el ‘CTRB2’) aumenta el riesgo de desarrollar el tumor.

Esa variante está presente en el 17 por ciento de la población, y el aumento de riesgo que confiere por sí misma no es alto, pero el incremento sí podría ser importante si la mutación se combina con otros factores, como el tabaquismo, la obesidad, el consumo de alcohol o la diabetes, de los que ya se sabe que pueden promover el cáncer de páncreas.

El CNIO ha recordado en una nota difundida hoy que, como la gran mayoría de los tumores, el de páncreas está causado por una combinación de factores ambientales y hereditarios.

“Cuando esta variante genética aparece junto con otros factores, como diabetes o pancreatitis, o con otras variantes genéticas, el riesgo sí podría aumentar”, ha explicado Real; “esto nos permite identificar a una población con alto riesgo sobre la que se podrían desarrollar estrategias de prevención”.

En el cáncer de páncreas no hay aún pruebas lo bastante específicas, sensibles y no invasivas como para hacer cribados a la población, ya que por su localización en el cuerpo, es difícil acceder al páncreas, y de ahí la importancia de identificar grupos de alto riesgo.

Esta mutación ya había sido identificada en trabajos previos del grupo del CNIO y otros colaboradores, pero el nuevo estudio, con las investigadoras Cristina Bodas e Irene Felipe como primeras autoras, ha corroborado su papel causal.

El grupo creó un modelo animal en ratón con la misma mutación presente en humanos, y constató que altera de forma dramática aspectos fundamentales de cómo funcionan las células del páncreas.

“El daño en el páncreas de los animales con la mutación podía apreciarse, empleando técnicas genómicas, en ratones muy jóvenes,”, ha precisado Real.

Los autores, en colaboración con el Grupo de Epidemiología Genética y Molecular del CNIO, dirigido por Núria Malats, comprobaron entonces que el mismo fenómeno ocurría en humanos con la mutación: alteraciones en el páncreas antes de que se desarrollara el cáncer.

Los próximos pasos s centrarán en investigar cómo la nueva mutación en ese gen colabora con otros factores asociados al cáncer de páncreas; no solo con patologías como la diabetes o la pancreatitis, también con mutaciones en otro gen (el ‘KRAS’) del que se sabe que está mutado en más del 90 por ciento de los casos del subtipo más común de cáncer de páncreas.