Invitado de Aitana y estrella del Sonorama: así es como Barry B murió para poder resucitar

Con el foco del "mainstream" encima tras su reciente colaboración en el último disco de Aitana y su primer álbum aún fresco, Barry B saltará este viernes como cabeza de cartel al escenario del Sonorama, el festival de su pueblo, después de un proceso vital de toma de conciencia, literalmente, muy accidentado. "Por eso a mí me gustan las historias que acaban bien a pesar de haber estado en un momento jodido, porque me gusta transmitir que se puede salir adelante a pesar de lo que es la vida", comenta en una charla con EFE este burgalés. EFE/ Universal Music SÓLO USO EDITORIAL/SÓLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

Madrid, 7 ago (EFE).- Con el foco del «mainstream» encima tras su reciente colaboración en el último disco de Aitana y su primer álbum aún fresco, Barry B saltará este viernes como cabeza de cartel al escenario del Sonorama, el festival de su pueblo, después de un proceso vital de toma de conciencia, literalmente, muy accidentado.

«Por eso a mí me gustan las historias que acaban bien a pesar de haber estado en un momento jodido, porque me gusta transmitir que se puede salir adelante a pesar de lo que es la vida», comenta en una charla con EFE este burgalés.

Nacido Gabriel Barriuso (Aranda de Duero, 1994), cuenta que su acceso a la música se produjo por un lado por las escuchas familiares, de ahí su amor por el pop-rock anglosajón, y en buena medida por el Sonorama Ribera, al que asiste desde niño y donde pudo disfrutar de la música de bandas internacionales como James o Mando Diao.

«Empecé a dedicarme a la música por colegas que tenían bandas locales y que acabaron tocando aquí. Por eso se me puso entre ceja y ceja que yo también quería tocar», recuerda tras haber formato en efecto su propio grupo de rock y haber encontrado en Javier Asenjo, director del festival, un guía para impulsar su carrera.

El pragmatismo se impuso sin embargo en la época universitaria y comenzó a estudiar Ingeniería y Organización Industrial. El abuso del alcohol empezó a mitigar en esa época un rumbo vital que interiormente no aceptaba, hasta que un accidente de tráfico le hizo perder sus becas de estudio por un lado, pero reencontrarse a sí mismo por otro.

«Hay movidas que te obligan a empezar de cero, cosas muy malas que a todos nos pasan pero que originan cambios que a veces son necesarios», reflexiona, al rememorar que por esa época de replanteamientos se produjo asimismo el fallecimiento de su abuela, el «nexo» de toda la familia.

Buena parte de esas vivencias aparecen en un nuevo EP titulado ‘Infancia Mal Calibrada’ (Universal) y que publicará el próximo 26 de septiembre. En su arranque, el tema ‘Komantxeria’, canta precisamente cosas como «tuve que morir para luego resucitar» o «todo cambia tras el funeral».

Llegará menos de un año después de su primer disco, ‘Chato’, un título que se refería a su apodo familiar y que ya lo puso en el radar de muchos oyentes, con canciones como ‘Yo pensaba que me había tocado a dios’ junto a Carolina Durante, que acumula casi 9 millones de reproducciones, consiguiendo aunar el mundo urbano con las guitarras.

En su lista de éxitos recientes aparece también ‘Trankis’, la colaboración con Aitana del viralizado álbum ‘Cuarto azul’ que le ha traído también una buena dosis de atención extra.

«A su mánager le gustó bastante mi disco, se lo enseñó y caló en ella, que me habló para componer juntos. Yo ya tenía una demo con las letras y todo de ‘Trankis’. Le gustó, no quiso cambiar nada, solo añadir su parte y salió un bombazo que, lejos de arrastrarme al mainstream, ha sido una canción muy respetada», celebra.

A día de hoy solo tiene buenas palabras para la catalana («Se ha portado increíble conmigo», destaca) y mira con ilusión al futuro ante compromisos como el inminente concierto en su tierra. «Tengo la sensación de estar tocando en el estadio de mi ciudad, porque para mí eso es lo que es el Sonorama, un ‘peak’ bastante gordo», afirma «emocionado».

Por delante, una intensa agenda de conciertos veraniegos con citas como el Festival Gigante de Guadalajara entre el 28 y 30 de agosto o el Granada Sound el 12 de septiembre. Ya en otoño, el Festival B de Barcelona el 4 de octubre y la cita en La Riviera de Madrid el 7 de noviembre, con el aforo agotado.

Además, piensa en nuevas canciones. «Antes curraba como técnico de domótica, casi un comercial, y me pasaba 8 horas moviéndome de un lado a otro, por eso me parece un regalo poder dedicarme a esto y no puedo parar», subraya, feliz y agradecido.

Javier Herrero.