Hiroshima (Japón), 6 ago (EFE).- El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, afirmó este miércoles que Tokio debe «liderar los esfuerzos globales» para lograr un mundo sin armas nucleares, en la conmemoración del 80 aniversario del bombardeo atómico de Hiroshima.

El mandatario nipón envió este mensaje durante su discurso en la ceremonia celebrada hoy en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima, el lugar donde el 6 de agosto de 1945 Estados Unidos lanzó la primera bomba atómica empleada en combate de la historia, causando la muerte al momento de unas 70.000 personas.
«Liderar la comunidad internacional para lograr un mundo sin armas nucleares es la misión de Japón como único país que ha sufrido la bomba atómica en la guerra, y que aplica los tres principios no nucleares», dijo Ishiba.
El mandatario aludió así a los principios que consisten en no producir, no poseer y no permitir armas nucleares en su territorio, que han sido respetados por todos sus Ejecutivos desde que fueron declarados en 1967 por el entonces primer ministro Eisaku Sato y posteriormente ratificados por el Parlamento.
Ishiba también destacó la «profundización de las divisiones de la comunidad internacional» acerca del desarme nuclear y el «empeoramiento del ambiente de seguridad», un contexto en el que es más necesario «lograr un mundo sin armas nucleares» a través de las iniciativas de No Proliferación Nuclear (NPT), señaló.
«Haremos un llamamiento a todos las países para sacar el máximo partido a ese espíritu de diálogo durante la reunión de la iniciativa NPT del próximo año», dijo el primer ministro nipón, quien también llamó a «buscar medidas concretas» hacia la desnuclearización que incluyan tanto a países que no poseen armas de este tipo como a potencias atómicas.
«La base para lograr un mundo sin armas nucleares es la comprensión correcta del hecho de la bomba atómica», indicó Ishiba en su discurso en la ceremonia, en la que también intervinieron supervivientes al bombardeo y el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, y ante representantes diplomáticos de 120 países y territorios, una asistencia récord.
Japón es uno de los países firmantes del Tratado de No Proliferación nuclear (NPT), que entró en vigor en 1970, aunque se ha abstenido de firmar otra iniciativa antinuclear más reciente, el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, en vigor desde 2021, justificando que considera ineficaz este marco sin la participación de las principales potencias nucleares (Estados Unidos, Rusia y China).
Tokio también rechazó participar el pasado marzo como observador en la conferencia de la ONU sobre la Prohibición de Armas Nucleares, argumentando que ello enviaría un «mensaje equivocado» debido a su cobertura bajo la «disuasión extendida» estadounidense, que contempla el uso de armas atómicas de EE.UU. en su defensa.
La postura oficial del Gobierno nipón en este sentido es la de apoyar iniciativas que considere viables contra la proliferación nuclear y, al mismo tiempo, ser «realista» ante el empeoramiento del contexto de seguridad internacional.
Esta posición ha sido criticada por la organización de supervivientes a los bombardeos atómicos Nihon Hidankyo, galardonada con el Nobel de la Paz en 2024, y los alcaldes de Hiroshima y Nagasaki, que han instado a Tokio a sumarse al citado pacto internacional.