Jerusalén, 14 ago (EFE).- El Ejército israelí acusó este jueves a las ONG que no han podido introducir ayuda humanitaria en la Franja de Gaza de no cumplir con los «requisitos de seguridad básicos» de darles información sobre sus trabajadores para, según dice Israel, evitar que el grupo islamista Hamás, que controla el enclave, se beneficie del reparto.
El organismo militar encargado de supervisar el reparto de ayuda en el asediado enclave, el COGAT, respondió así a un comunicado firmado por más de cien ONG, entre ellas Cáritas, Oxfam o Médicos Sin Fronteras (MSF), en el que denuncian que Israel no les ha permitido entregar ni un solo camión con suministros desde marzo.
«El supuesto retraso en la entrada de ayuda, según las organizaciones que firmaron el comunicado, solo ocurre cuando las organizaciones deciden no cumplir con los requisitos básicos de seguridad diseñados para evitar que Hamás se involucre», aseguró el COGAT en redes sociales.
Esos «requisitos» se refieren a la nueva normativa aprobada a principios de marzo por las autoridades israelíes para obligar a los organismos internacionales a registrar información sensible sobre sus trabajadores palestinos.
En su mensaje, las ONG denunciaron que ese registro puede poner en peligro a sus empleados, y recordaron que el 98 % de los trabajadores humanitarios asesinados en todo el mundo son palestinos.
Según el COGAT, sin embargo, el proceso de registro se basa en «criterios profesionales y de seguridad claros» diseñados para impedir «la infiltración de elementos terroristas», en referencia a miembros de Hamás. Israel acusa sin pruebas a este grupo islamista de quedarse con la ayuda humanitaria que entra en Gaza.
«La negativa de algunas organizaciones internacionales a proporcionar la información y cooperar con el proceso de registro genera serias dudas sobre sus verdaderas intenciones», dijo el organismo militar israelí.
Desde que comenzó la ofensiva israelí contra Gaza, tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, al menos 508 trabajadores humanitarios han sido asesinados en el enclave, de los que 346 trabajaban para la ONU, 51 para la Media Luna Roja Palestina, cuatro para el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y 107 para otras organizaciones, según el recuento de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas.
En su comunicado de este jueves, las ONG aseguraron que las autoridades israelíes sí ponen límites a la entrada de ayuda a la Franja, en contra de lo que asegura Israel, y que hay millones de dólares en alimentos, medicinas y agua varados en almacenes de Jordania y Egipto «mientras los palestinos se mueren de hambre».
El COGAT, por su parte, dijo este jueves que a lo largo del miércoles entraron a Gaza 380 camiones con ayuda humanitaria, otros 400 fueron recogidos y repartidos en el enclave por la ONU y otros organismos, y 119 palés con alimentos fueron lanzados desde el aire por seis países.
Según las organizaciones humanitarias, deberían entrar un mínimo de 500 camiones diarios (con unas 25 toneladas cada uno) en la Franja. De acuerdo a datos oficiales israelíes, en junio entraban entre 50 y 100 diarios. Desde que a finales de julio anunció las pausas humanitarias comenzaron a entrar 200 al día y ahora las cifras están en unos 300 diarios, unos números que el Gobierno de Gaza reduce a menos de 100.