Israel dice en la ONU que «paga un precio muy alto por luchar según leyes internacionales»

Foto de archivo del embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon. EFE/SARAH YENESEL

Naciones Unidas, 27 ago (EFE).- Israel señaló este miércoles en la ONU que está «pagando un precio muy alto por luchar de acuerdo con las leyes internacionales», en palabras de su embajador, Danny Danon, en momentos previos a una sesión del Consejo de Seguridad sobre la cuestión palestina y la guerra en Gaza.

En la guerra de Gaza, Israel ha matado a más de 60.000 palestinos; por su parte, Hamás mató a 1.200 israelíes en el ataque del 7 de octubre de 2023 y posteriormente a 454 soldados en combate.

Danon anticipó que en la sesión de hoy «el Consejo discutirá las falsas acusaciones de hambruna en Gaza», y prometió que contrarrestará esa «definición», pero subrayó que su prioridad, además de la libertad de los rehenes israelíes en manos de Hamás, es hacer que se designe a ese movimiento palestino como organización terrorista».

«Estamos pagando un precio muy alto -repitió- por luchar contra estos monstruos».

Sostuvo que Israel pudo haber terminado la guerra -que cumplirá dos años en octubre- mucho antes, y si no lo ha hecho ha sido porque se compromete a luchar «según la legalidad internacional».

Sin embargo, la ONU y los distintos organismos internacionales han acusado a Israel precisamente de violar la legalidad internacional de múltiples maneras: atacando barrios civiles, forzando el desplazamiento masivo de población o matando intencionadamente a periodistas y personal humanitario.

A ello se añade el sometimiento de la población a la hambruna, como ha sido oficialmente declarado por la ONU el pasado 22 de agosto en toda la Gobernación de Gaza (tercio norte de la franja).

Según el informe de la ONU, 514.000 personas, o la cuarta parte de gazatíes, están sufriendo hambruna.

Aunque el embajador no precisó en qué consiste el «precio» que su país paga en esta guerra, lo cierto es que le está costando una oleada internacional de condenas incluso entre países tradicionalmente aliados, que se manifiesta en la intención de varios de ellos -Francia, Reino Unido, Canadá o Australia- de reconocer próximamente al Estado palestino.