Israelíes de todo el país piden el fin de la guerra en Gaza: «Alargarla no es la solución»

Un hombre sostiene una pancarta que reza: 'Dejad de matar de hambre a Gaza. Las vidas de los palestinos importan. Parad el genocidio' durante una manifestación convocada en Jerusalén, este sábado, para exigir un acuerdo que permita liberar a los rehenes que aún permanecen en la Franja de Gaza. Varios grupos de manifestantes israelíes bloquearon este domingo algunas de las principales autopistas de Israel para exigir un acuerdo que permita liberar a los rehenes que aún permanecen en la Franja de Gaza. Esta mañana, en una rueda de prensa para dar comienzo a la huelga, algunos familiares de secuestrados y de asesinados en los ataques de Hamás del 7 de octubre pidieron al Gobierno israelí un acuerdo completo, que libere a todos los rehenes en el enclave y ponga fin a la guerra en Gaza. EFE/ Atef Safadi

Jerusalén/Tel Aviv, 17 ago (EFE).- Israel vive este domingo una jornada de huelga nacional, convocada por varias organizaciones que rechazan la guerra en la Franja de Gaza y reclaman la liberación de los rehenes israelíes, con protestas desde la madrugada en ciudades y carreteras de todo el país, pocos días después de que el Gobierno aprobara la expansión de la ofensiva en el enclave palestino.

Varios grupos de manifestantes israelíes bloquearon este domingo algunas de las principales autopistas de Israel para exigir un acuerdo que permita liberar a los rehenes que aún permanecen en la Franja de Gaza. Los manifestantes bloquearon la autopista 1, que conecta Jerusalén y Tel Aviv, con neumáticos ardiendo colocados en ambas direcciones, según puede verse en imágenes compartidas en grupos israelíes prodemocracia y en varios medios locales. Los bloqueos afectaron también a las autopistas 4 y 6. EFE/ Abraham Adivy/movimiento Prodemocracia Israelí  SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

Entre los que participan en la huelga está Steve Zussman, de 49 años, que se sumó de madrugada a la protesta en el centro de Jerusalén en memoria de su hijo mayor, Ben, un reservista de 22 años que murió en diciembre de 2023 combatiendo en Gaza.

Agentes de policía israelíes intentan retirar a los manifestantes que bloquearon una carretera principal en Jerusalén, este domingo 17 de agosto de 2025. La protesta forma parte de una huelga nacional para exigir la liberación inmediata de los rehenes retenidos por Hamás y para pedir al gobierno israelí que detenga la guerra en Gaza. (Protestas, Jerusalén) EFE/EPA/ATEF SAFADI

«No estamos en condiciones de ceder ante (el grupo islamista) Hamás después de las terribles cosas que nos hicieron el 7 de octubre (de 2023), y exigimos que liberen a los rehenes. De ninguna manera permitiremos que vuelvan a representar una amenaza contra nosotros», declara Zussman a EFE rodeado de decenas de personas con fotos de rehenes y carteles con lemas como «Basta de guerra, queremos vivir» junto a banderas israelíes y amarillas, del color que simboliza a los cautivos en Gaza.

«Por otro lado, prolongar indefinidamente la guerra en Gaza no es la manera correcta de actuar», añade. «Israel tiene que demostrar, ante sí mismo y ante el mundo, que buscamos la paz».

«Alargar la guerra no es la solución. No creo que podamos hablar de seguridad nacional mientras sigamos permitiendo que la gente permanezca en Gaza», dice por su parte Tanner Smith, un estadounidense de 24 años que estudia en el Colegio Unión Hebrea de Jerusalén para convertirse en rabino y que se suma a la protesta junto a sus compañeros de universidad tras una iniciativa de sus profesores.

«El objetivo principal debe ser liberar a la gente y después podremos hablar de la situación de seguridad», añade. Se cree que en Gaza quedan 50 rehenes, entre ellos 20 veinte vivos.

Más seguros sin guerra

Desde la mañana, el camino entre Jerusalén y Tel Aviv, que en coche habitualmente dura una hora, se vio interrumpido por protestas y vehículos con banderas israelíes y cintas amarillas que avanzaban lentamente o bloqueaban directamente la autopista.

Una de las participantes que bloqueó la vía fue Katia Armosa, de 72 años, quien afirma, a mitad de camino entre Tel Aviv y Jerusalén, que esta es su segunda protesta.

«Hoy es el día 681 desde que (los rehenes) están en los túneles de Gaza sin ser liberados. Estamos acá para intentar, esta vez, que el Gobierno nos escuche», dice a EFE en medio de la carretera, donde una decena de manifestantes bloquea el tráfico durante unos veinte minutos, quemando neumáticos y reclamando por altavoz la vuelta de los rehenes de Gaza.

«Si la guerra termina, vamos a estar mucho más seguros de lo que estábamos el 7 de octubre de 2023», afirma poco antes de que llegara la policía para dispersar la protesta.

«Ahora lo razonable es continuar con la diplomacia»

El punto álgido de la jornada de huelga está previsto por la noche en Tel Aviv, en la Plaza de los Rehenes, bautizada así después de que familiares y simpatizantes instalaran allí un campamento permanente para exigir la liberación de los cautivos en Gaza.

Durante el día, la plaza está cubierta de tiendas de campaña y puestos donde se venden camisetas, gorras y otros artículos en apoyo a la causa, además de contar con instalaciones artísticas.

Bajo el calor del mediodía, cientos de personas buscan refugio en las carpas montadas junto al Museo de Arte y en las cafeterías de los alrededores, decoradas con sillas amarillas, convertidas en símbolo de los rehenes, junto a sus retratos.

Muchos asistentes portan banderas israelíes y amarillas, así como camisetas con lemas que piden poner fin a la guerra y lograr el retorno de los cautivos.

Shay Lev Ari, de 39 años, se suma a la huelga en la plaza. «Creo que, casi dos años después del inicio de la guerra, Hamás ya perdió la mayor parte de su poder y ahora el sufrimiento es para ambos lados», explica.

«Estamos en contra de la guerra. Queremos que liberen a todos los rehenes y que se detenga la violencia en Gaza», declara Guy Nir, de 40 años, mientras recorre la plaza con una bandera israelí.

«Cuando empezó fue horrible, pero necesaria. Sin embargo, después de unos meses las razones dejaron de ser relevantes», opina.

«Si uno quiere acabar con Hamás, puede hacerlo combatiendo, y eso fue eficaz cuando tenía gran capacidad militar», añade Guy, para quien «ahora lo razonable es continuar con la diplomacia, abrir Gaza, permitir que países del mundo empiecen a reconstruir, que entren esfuerzos humanitarios y debilitar políticamente a Hamás».

Verónica Snoj