Madrid, 29 jun (EFE).- Dos años después de proclamarse campeona de Europa de Naciones en Silesia (Polonia) por primera vez, Italia revalidó este domingo en Madrid su corona continental al imponerse con autoridad en la clasificación general, impulsado por las victorias en peso de Leonardo Fabri, en los 5.000 metros por Nadia Battocletti y en longitud por Larissa Iapichino.

Con todo por decidir, un sol de justicia y una temperatura cercana a los cuarenta grados, empezó la cuarta jornada del Europeo de selecciones de Madrid en el Estadio de Vallehermoso, que durante tres días volvió a revivir tiempos pasados del mejor atletismo, aquellos en los que desfilaron por el coliseo madrileño grandes atletas internacionales como Carl Lewis, Said Aoüita, Alberto Juantorena, Edwin Moses, Sebastian Coe o Yelena Isinbayeva.

La competición comenzó con dos concursos, el de peso masculino y el de jabalina femenino. El primero se lo llevó el favorito, el italiano Leonardo Fabbri, que alcanzó los 21,68 metros, y el segundo fue para la griega Elina Tzengko con 62,23.
La primera en levantar al público de sus asientos fue la española Jaël Bestué, que, unas horas después de batir el récord de España con el relevo 4×100, volvió a batir otra plusmarca nacional, en este caso de los 200 metros femeninos.
La atleta española, con un crono de 22.19, ganó la carrera en su particular duelo con la francesa Helena Parisot (22.42), batió el récord nacional que poseía Sandra Myers desde hace 35 años, desde 1990, con 22.38, y logró también el récord de los campeonatos.
En la categoría masculina el triunfo en los 200 lisos fue para el neerlandés Xavi Mo-Ajok, que voló sobre la pista verde de Vallehermoso para firmar 20.01, récord de los campeonatos y marca personal. Segundo fue el italiano Eseosa Fostine Desalu con 20.18.
La prueba reina del mediofondo, los 1.500 metros, tuvieron en escena a dos de los ídolos de la afición española, el gallego Adrián Ben y la segoviana Águeda Marqués, pero ninguno de los dos pudo pelear la victoria y concluyeron en cuarta y séptima posición, respectivamente.
En la carrera femenina la victoria fue para Agathe Guillemot, que fue la más rápida con 4:08.72 y lideró la clasificación por delante de la portuguesa Salomé Afonso (4:09.01) y la británica Revee Walcott-Nolan (4:09.16).
En la masculina no defraudó el favorito, el portugués Isaac Nader, que acabó llevándose el triunfo con 3:39.08, pese a los intentos por impedirlo del neerlandés Stefan Nillessen (3:39.97).
El salto de altura tuvo una protagonista destacada, la ucraniana Yaroslava Mahuchikh, poseedora de la triple corona como campeona de Europa, del mundo y olímpica. Con esas credenciales su victoria fue incontestable con una marca de dos metros que pudo ser mejor si en alguno de los tres intentos que hizo hubiera superado el listón de los 2,03. Segunda fue la polaca Maria Zodzik con 1,97.
El otro salto de la jornada, el de longitud femenino, se lo llevó la italiana Larissa Iapichino, la vigente campeona europea de pista cubierta, que llegó hasta los 6,92 metros, volviendo a dejar con sabor agridulce a la alemana Malaika Mihambo (6,84), igual que en el campeonato continental bajo techo de Apeldoorn de hace cuatro meses.
La española Fátima Diame, pupila del cubano Iván Pedroso, llegó a la cita avalada por las medallas de bronce en los dos últimos Mundiales de pista cubierta. Sin embargo, en Madrid no rindió al nivel esperado. Pasó el corte con 6,68 metros en el tercer salto y, tras dos nulos en el cuarto y quinto intento, quedó sin poder hacer el sexto y acabó octava.
Los 3.000 obstáculos femeninos tuvieron un final emocionante con cinco atletas peleando por la victoria hasta los metros finales. La victoria fue para la finlandesa Ilona Mononen (9:49.21), que fue la más rápida en el sprint de los últimos cincuenta metros por delante de la británica Sarah Tait (9:49.24), la polaca Kinga Krolik (9:49.80), la española Marta Serrano (9:50.08) y la francesa Flavie Renouard (9:50.83).
Los 5.000 metros dejaron una de las carreras más vibrantes de la jornada. Al paso por la última vuelta el español Thierry Ndikumwenayo tomó la delantera, cambió de ritmo y se puso primero, aguantando hasta la última curva, en la que empezó a desfondarse y fue adelantado por el neerlandés Niels Larios, que ganó con 13:44.45. En la misma línea de meta el suizo Dominic Lobalu superó por una centésima (13:45.37) a Ndikumwenayo (13:45.38).
El alemán Julian Weber ganó el concurso de lanzamiento de jabalina sin apenas oposición. De hecho, tras hacer 85,15 metros en el primer intento, hizo los dos siguientes y, con la victoria asegurada, renunció a los tres últimos consciente de lo improbable de ser superado. Segundo fue el ucraniano Arthur Felfner con 80,54 metros, marca personal.
El español Manu Quijera, que ambicionó con llegar a los 80 metros, espoleado por la afición y el locutor de la megafonía, se quedó sexto con 77,26.
El campeonato concluyó con los relevos mixtos del 4×400. El vencedor fue el equipo polaco, formado por Maksymilian Szwed, Justyna Swiety-Ersetic, Daniel Soltysiak y Natalia Bukowiecka, que paró el crono en 3:09.43, récord nacional y de los campeonatos.
El segundo equipo fue Italia (3:09.66), con récord nacional, tercero Gran Bretaña (3:09.66), y cuarta España, que, con Manu Guijarro, Blanca Hervás, Julio Arenas y Paula Sevilla, hizo 3:10.48, récord nacional.
El Europeo reunió a los mejores dieciséis equipos continentales, que, en este caso, fueron España, Alemania, Francia, Finlandia, Gran Bretaña, Grecia, Hungría, Italia, Lituania, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Suiza, Suecia y Ucrania.
La clasificación general la lideró Italia con 431,5 puntos, seguida en el podio con la plata por Polonia (405.5) y el bronce con Polonia (397). Cuarta fue Países Bajos (384.5), quinta Gran Bretaña (381) y la anfitriona, España, finalizó sexta con 378.
Los tres últimos países consumaron su descenso de categoría; Ucrania (231 puntos), Finlandia (220.5) y Lituania (178.5).