Italia vive una agitada jornada de huelgas y protestas por la Flotilla

Manifestación en Pisa, Italia. EFE/EPA/ENRICO MATTIA DEL PUNTA

Roma, 3 oct (EFE).- Italia vivió este viernes una intensa jornada de huelga nacional y manifestaciones multitudinarias en sus principales ciudades en solidaridad con la Global Sumud Flotilla, detenida por Israel cuando intentaba llegar a Gaza.

Manifestación en Pisa, Italia. EFE/EPA/ENRICO MATTIA DEL PUNTA

Una marea de gente con banderas de Palestina y carteles, entre ellos muchos estudiantes, inundó las plazas de Italia para denunciar estos hechos y, de paso, arremeter contra el Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni, exigiéndola romper lazos con Israel.

Manifestación en Pisa, Italia. EFE/EPA/ENRICO MATTIA DEL PUNTA

El mayor sindicato de Italia, la CGIL, convocante de esta jornada de huelga, aseguró que los participantes en las manifestaciones organizadas en un centenar de lugar en todo el territorio nacional habían superado los dos millones.

No obstante, el Ministerio del Interior se encargó después de rebajar esta cifra: según sus cálculos, los manifestantes habían sido 396.400 en un total de 29 manifestaciones, cinco veces menos.

Mareas de gente en las principales ciudades

En Roma, una marea de gente marchó desde la plaza Vittorio Emanuele hasta la estación de Termini, donde la gente se congrega «defendiendo el honor de Italia», según el secretario general de CGIL, Maurizio Landini.

«Están aquí para decir sí a la solidaridad, no al genocidio, sí a la hermandad», aseveró, al denunciar que «los trabajadores que sostienen este país también pagan el sueldo del (ministro de Transporte) Salvini», quien «debería respetarlos».

La manifestación romana congregó a más de 80.000 personas, según los datos remitidos por la Jefatura de Policía a EFE, mientras que para el sindicato los asistentes fueron en torno a 300.000.

En Milán (norte), donde la CGIL cifró la participación en al menos 100.000 personas, la manifestación arrancó al son del himno partisano ‘Bella Ciao’ y los manifestantes ocuparon vías de tranvía y corearon lemas como «Israel fascista» e «Israel Estado terrorista».

En otras grandes ciudades las calles también se llenaron de decenas de miles de personas, como Venecia (norte), Turín (norte) o Florencia (centro).

En esta última, los manifestantes bloquearon el tráfico ferroviario, escalaron vallas, ocuparon vías y colocaron materiales de construcción, imágenes recogidas por la televisión pública RAI.

En Vicenza (norte), se interrumpió el peaje de la autopista A4 que conecta Venecia con Milán; en Nápoles (sur), grupos de personas cortaron el tráfico y bloquearon el puerto, mientras que en Pisa (centro) marcharon por las principales arterias de la ciudad.

En ciudades como Bolonia o Milán (norte) se vivieron algunos momentos de tensión cuando los manifestantes se enfrentaron a los agentes antidisturbios, que respondieron con el lanzamiento de gases lacrimógenos y algunas cargas.

El Ministerio del Interior informó de 55 agentes heridos en esta jornada. Su titular, Matteo Piantedosi, mano derecha de Salvini, reprochó al sindicato porque «llamar a la revuelta social».

Un gobierno «hipócrita»

«La lucha por la liberación de Palestina debe empezar por nuestro gobierno y por los gobiernos europeos, que son hipócritas y cómplices, apoyando económicamente y con armas», denunció a EFE la manifestante Alexia desde la capital italiana.

Otra protestante, Bianca, que encendió una bengala con los colores de la bandera palestina provocando vítores del resto de participantes, aseguró que esperan que el gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni «tome una posición firme» y bloquee «todos los acuerdos que Italia tiene con Israel».

A las protestas se sumaron también representantes de la oposición, como el líder de Alianza Verde e Izquierda, Angelo Bonelli, quien acusó a Meloni de desentenderse de la «violencia de Netanyahu»: «No le importa en absoluto», dijo.

Además de las manifestaciones, las huelgas provocaron cancelaciones y retrasos en el tráfico aéreo, ferroviario y local.

La estación romana de Termini permaneció operativa, aunque con retrasos de hasta 80 minutos y cancelaciones, si bien la policía acordonó la entrada principal redirigiendo a viajeros y turistas hacia accesos laterales.

Son dos las huelgas convocadas, una iniciada anoche con especial impacto en el transporte, y otra de CGIL y USB, que pese a haber sido declarada ilegal por la Comisión de Garantía de Huelga (autoridad administrativa independiente), finalmente no fue bloqueada por el ministro de Transporte, Matteo Salvini.

Estas protestas se suman a una serie de piquetes en universidades que ayer derivaron en ocupaciones en centros universitarios de Roma, Milán, Padua o Bolonia.