Madrid, 20 jun (EFE).- El líder de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, considera que los riesgos de la legislatura están en estos momentos «más altos que nunca» y pide «salir del lamento», dar más explicaciones de las ofrecidas hasta ahora y convertir la indignación en medidas «radicales» contra la corrupción.
Así se recoge en el borrador del informe político que presentará este sábado a la coordinadora federal de IU, el máximo órgano de dirección de la formación, donde afirma que el caso Koldo y sus últimas ramificaciones abren «una nueva etapa en la legislatura», en la que evaluarán a diario las novedades de una situación política inestable.
Maíllo explica que IU, que forma parte del grupo parlamentario de Sumar y cuenta con un ministro en el gabinete de Sánchez -la titular de Juventud e Infancia, Sira Rego-, hablará con todas las fuerzas que conforman el Gobierno y con los socios de investidura para plantearles sus propuestas.
Y avisa a Sumar, sin citarla, que lo hará de forma autónoma, porque «la interlocución de IU la representa IU, y las decisiones se toman en la propia organización y no en ningún espacio institucional no orgánico».
A su juicio, la gravedad de las conversaciones sobre mordidas y otras grabaciones «vomitivas» llenas de «machismo obsceno» sacuden la línea de flotación del PSOE, con un impacto de proporciones nunca vistas en el que han pasado del shock a la parálisis, el desánimo y la indignación.
Es, dice, un problema del PSOE, pero que también interpela a los socios de coalición.
Maíllo, que recuerda que IU ha sido intransigente a lo largo de su historia con la corrupción, exige normas de urgencia de regeneración democrática y de lucha contra la corrupción que den señales sólidas de que el Gobierno esté comprometido «sin mácula de duda o sospecha».
Y ello tras constatar que a la hora de luchar contra la corrupción hay medidas que el Gobierno de coalición no ha adoptado pese a que se aprobaron en el pacto de investidura.
Pero reclama también medidas de carácter social, como intervenir en el mercado de la vivienda, y rechazar el incremento del gasto militar y la política de rearme en la próxima cumbre de la OTAN.
Hay que dejar claro que el Gobierno, «lejos de amilanarse», avanza con celeridad en las políticas de reformas estructurales que justifican la legislatura, recalca.
En su opinión, la recuperación de la credibilidad y la exigencia de amplios sectores sociales que no quieren que la extrema derecha llegue al gobierno exigen leyes y normas que den seguridad.