Jaime Lorente, «culpable» de la trata de mujeres en ‘Hamburgo’: «Hay que pedir perdón»

El actor Jaime Lorente posa durante la presentación de la película 'Hamburgo', en Madrid. EFE/Alberto Aguado

Marina Estévez Torreblanca

Madrid, 28 may (EFE).- Jaime Lorente (‘La casa de papel’, ‘Cristo y Rey’) encabeza ‘Hamburgo’, un thriller sobre la trata de mujeres donde interpreta a un conductor entre clubes de la Costa del Sol: «Él forma parte de ese engranaje y tiene la misma culpa. Hay que saber pedir perdón», dice el actor en una entrevista con EFE.

La película que llega a los cines este viernes 30 de mayo está dirigida por Lino Escalera y protagonizada también por Roger Casamajor (‘Pa negre’, ‘La Mesías’) y la exitosa actriz rumana Ioana Bugari en el papel de una joven prostituta atrapada en el oscuro mundo de las mafias.

Lorente (33 años) ofrece una imagen dura para poner cara y voz a un perdedor al que define como «moralmente anestesiado», porque no le interesa «plantearse el conflicto» de trasladar a mujeres esclavizadas entre locales de alterne.

«Él mismo se victimiza mucho para echar siempre fuera la culpa de lo que le está pasando», reflexiona sobre el papel de Germán, del que a pesar de todo saca la enseñanza de que «siempre hay esperanza y casi todo tiene solución, pero hay que reconocer los errores, hay que pedir perdón para salir del lugar en el que estás encerrado», dice.

En la película, un inquietante Roger Casamajor (48 años) acepta darle trabajo por su vieja amistad. Para preparar su papel de proxeneta sin escrúpulos con la máxima veracidad manejó un montón de documentación, explica.

«Quería intentar quitarle todo el azúcar y enseñar que eso es una cosa muy dura y muy cruda», dice el actor catalán, que imposta una voz ronca y gastada para su personaje: «surgió en los ensayos y estuvimos dudando hasta el último momento. A toro pasado, estoy muy contento porque creo que le da empaque al personaje de Cacho».

Cree que este tipo de personas no se plantean dilemas morales a la hora de explotar mujeres -«para él es un trabajo, cuando termina se va a su casa, se toma un carajillo y punto pelota»- aunque sí tiene sentimientos por su amigo Germán, al que considera un hermano. Una dualidad que Casamajor ve interesante para un oficio de actor en el que reconoce que se ha especializado en personajes oscuros. «Si soy buen chaval», bromea.

«Cuando me preguntan qué carrera me gustaría construir digo, pues como la de cualquier trabajador que tiene un oficio, trabajar en cosas mejores o cosas peores. Esta cosa de ser un exquisito está sobrevalorada», asevera Lorente, para quien tener trabajo como actor ya es «un privilegio de la leche».

Esta película no comenzó siendo una historia sobre la trata, sino sobre «un personaje narcisista en continua huida de sí mismo y de todo lo que le rodea, con un problema evitativo infantil» y que intenta «invisibilizar aquello que le molesta», explica por su parte el director.

Pero cuando decidió situar el contexto en la trata de mujeres, se volcó en ser lo más riguroso y minucioso que fuera posible. Comenzó entonces el estudio de documentación y de programas como el ‘Salvados’ de Jordi Évole dedicado a las ‘Invisibles’ o el documental sobre trata de Mabel Lozano. «España lamentablemente es el primer país en volumen de negocio en la unión Europea y el tercero en el mundo», describe.

La actriz Ioana Bugarin reconoce que «como feminista ha sido complicado» acercarse a tanta violencia y deshumanización y meterse dentro emocionalmente. «Una cosa es leerlo y saberlo intelectualmente y otra sentirlo», señala, aunque en todo momento se sintió «protegida» por el equipo de la película.

Además, describe como «un regalo enorme» haber conocido a mujeres que le han transmitido sus experiencias en la prostitución y por las que de algún modo se siente «responsable». «Ojalá se estrenara en Rumanía», asegura.