James Rhodes: la próxima pandemia será de salud mental

Imagen de archivo del pianista James Rhodes. /Archivo. EFE/Ballesteros

Xavier García

Santiago de Compostela, 7 jun (EFE).- El pianista, escritor y filántropo James Rhodes, distinguido en Santiago con el premio Dolores Llópiz del Colegio de Psicología de Galicia, cree que la próxima pandemia estará relacionada con problemas de salud mental, que afectan por igual a niños y mayores en el mundo actual.

En una entrevista con EFE, Rhodes, que vive desde hace ocho años en España, consideró un «honor tremendo» recibir la distinción anual de los psicólogos gallegos, «héroes que hacen un trabajo enorme que literalmente salva vidas y que nunca ha sido más importante».

El colegio gallego concedió el premio al músico «en reconocimiento a su contribución a la sensibilización sobre los problemas de la salud mental y a la defensa de los derechos de la infancia».

Además, destacó que «fue clave en el proceso para la promulgación» de la Ley Integral de Protección a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia, «una norma fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar de la infancia en España».

Rhodes, que sufrió abusos sexuales de pequeño, consiguió en 2018 reunirse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para pedirle que impulsase esa ley de protección a la infancia, que acabó aprobándose tres años y medio después en 2021.

La ley pasó a ser conocida con su nombre y el gobierno le concedió la nacionalidad española en 2020 «por sus méritos artísticos y su compromiso por la lucha contra el maltrato y contra la violencia infantil».

La primera generación que empeoró el mundo

El artista considera que los psicólogos gallegos «trabajan de diez, con muy pocos recursos, en un mundo donde la salud mental es realmente una pandemia y será la próxima».

«Hay dos tipos de personas en esta vida, según mi propia experiencia: los que mejoran el mundo para los demás y los que quieren todo para sí mismos y estos psicólogos son de los primeros».

A su juicio, en la sociedad actual hay una larga lista de cosas que afectan a la salud mental: desde la pornografía, las pantallas y las drogas hasta el estrés o la desigualdad económica, «que está en todas partes».

«Somos la primera generación que ha empeorado el mundo para la siguiente, cuando debía ser al revés. Tenemos que hacer todo lo posible para que, cuando crezcan los pequeños lo hagan en un mundo más seguro, con más estabilidad y más amor», advierte.

Y la solución está, en su opinión, en «dinero, dinero, dinero y educación, educación, educación», proporcionando más recursos a los colegios y a la sanidad pública para que puedan tratar adecuadamente a los ciudadanos.

«Incluso cosas pequeñas. Si en las aulas cada mañana durante diez minutos, a cada niño se le enseña a meditar, por ejemplo, en una generación vamos a reducir el nivel de ansiedad», explica.

Que cada persona, si tiene un problema de salud mental pueda llamar y en un par de semanas tenga una hora con un psicólogo calificado para ayudarle y «no quizás quince minutos dentro de un año, como sucede ahora».

«Con educación y dinero podemos mejorar muchísimo, pero tristemente los niños no votan ni pagan impuestos por lo que son invisibles», sostiene y se pregunta «cuánta gente puede pagar 70 euros por un psicólogo cada semana o tomarse un tiempo del trabajo para descansar bien o reconectar con la naturaleza».

Una de las cosas que más le gusta de España es «ese equilibrio entre familia y trabajo» y el concepto de «trabajar para vivir en lugar de vivir para trabajar como se hace en Londres», aunque es consciente de que «en un mundo con tantas dificultades, hay muy poco tiempo, que es la cosa más preciosa que tenemos».