Japón abraza el arpa en una escuela paraguaya que une generaciones y culturas

Fotografía del 12 de agosto de 2025 de los integrantes de la escuela Arpas Estudio Sonrisa durante un ensayo en Asunción (Paraguay). EFE/ Juan Pablo Pino

Asunción, 17 ago (EFE).- Veinte integrantes de una escuela de Japón homenajearon esta semana la música de Paraguay mostrando cómo el proyecto de un músico paraguayo y su esposa japonesa ha logrado unir las culturas y a generaciones a través del arpa.

Fotografía del 12 de agosto de 2025 de los integrantes de la escuela Arpas Estudio Sonrisa durante un ensayo, en Asunción (Paraguay). EFE/ Juan Pablo Pino

El músico Enrique Carrera encontró hace veinte años su nuevo hogar en Japón, donde junto a su esposa, Arisa Matsuki, fundó la escuela Arpas Estudio Sonrisa, que comenzó con pocos alumnos, pero ahora, según cuenta, suma 150 estudiantes, de los cuales veinte llegaron recientemente a Paraguay para mostrar su arte.

Fotografía del 12 de agosto de 2025 de la profesora de arpa de la escuela Arpas Estudio Sonrisa, Arisa Matsuki, durante un ensayo en Asunción (Paraguay). EFE/ Juan Pablo Pino

La delegación estuvo formada por 19 mujeres de todas las generaciones y un solo varón, que viajaron durante 40 horas y cubriendo sus propios costos para participar de un concierto en honor al país al que cariñosamente llaman «Arpalandia».

Y es que en Japón el arpa paraguaya ha conquistado sobre todo a las mujeres, al contrario de lo que pasa en el país suramericano, donde ese instrumento es interpretado en su mayoría por hombres.

«Acá en Paraguay, por ejemplo, el 95% de los arpistas son hombres. Siempre se vio al arpa paraguaya como un instrumento de varones. Y nada más el 5% son mujeres ejecutantes. En Japón resulta al revés, allá el 95% son mujeres y solamente el 5% son varones», detalla Carrera en una entrevista con EFE.

El contraste de género se debe, según el músico, a que los japoneses asocian el arpa paraguaya con el arpa clásica, «con sonidos más tranquilos, con muchos glisandos». Sin embargo, «es todo lo contrario, es un instrumento dinámico que se ejecuta con mucha fuerza y eso hace que a la gente le sorprenda», afirmó.

Así, el intérprete destaca que muchos espectadores llegan a sus conciertos esperando melodías suaves, pero la experiencia es diferente porque escuchan ritmos latinos con un sonido «claro, nítido y brillante».

La conexión cultural se ve reforzada porque el arpa paraguaya se parece al instrumento japonés koto, que se toca de forma horizontal sobre una mesa o con los intérpretes sentados en el suelo.

La escuela de música también ha creado lazos musicales en las familias al punto de que entre la delegación visitante estaba Yuko junto a su hija Chika y sus nietas Ema y Erika.

Los profesores Carrera y Matsuki también tocan con su hija en los conciertos.

La aventura de mostrar su amor por la música y el arpa llevó a los integrantes de esta escuela a presentarse en el Teatro Municipal de Asunción, el más antiguo del país, acompañados por la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN).

Interpretaron música folclórica japonesa y de la cultura paraguaya, en particular la guarania, como parte de los homenajes por el centenario de este género musical emblema del país creado en 1925 por el compositor José Asunción Flores (1904-1972).

«Si hablamos de música paraguaya en ritmo de polka, todo es dinámico, todo es alegría, pero si hablamos del romanticismo, de todo lo sublime, entonces es la guarania», apuntó Carrera.

Las artistas también vistieron prendas decoradas con ñanduti, un encaje propio de la cultura guaraní hecho a mano en círculos y motivos geométricos.

Según Carrera, los japoneses aprecian también mucho el ñanduti y asisten a academias para aprender el tejido a mano de esas prendas.

De su parte, Matsuki destacó que el arpa paraguaya gusta mucho en Japón porque causa un «poco de añoranza» y alegría, y a ella en particular la relaja cuando está cansada y después le da mucha energía.

El matrimonio y sus alumnos se han convertido en embajadores culturales con sus presentaciones en Japón y en otros países y próximamente participarán en un festival de folclore en Croacia y luego en Austria en los homenajes, este año, al bicentenario del natalicio de Johann Strauss.